Yayo Gómez
Relatos para leer cuando tengas prisa
Antequera, ExLibric, 2023
El humor –el buen humor- es, en mi
opinión, un procedimiento difícil, eficaz y gratificante para elaborar textos
literarios dotados de mensajes actuales, claros y valiosos. Lograr que un
relato de ficción nos divierta, nos haga pensar y, al mismo tiempo, nos descubra
las contradicciones de nuestras habituales conductas es una tarea que exige
habilidades literarias y agudeza óptica para para descubrir las situaciones
cómicas de nuestra vida cotidiana y para analizar las paradojas permanentes de los
comportamientos humanos.
Yayo sabe que la risa es una reacción
hermenéutica, una interpretación -una peculiar lectura- de las conductas
humanas y una expresión de simpatía y de comunión sentimental. Con sus maneras
de relatar sus ocurrencias nos demuestra sus destrezas para penetrar en el fondo
de esos comportamientos rutinarios que, a veces, son dañinos pero que siempre
encierran advertencias aleccionadoras. El secreto de la fuerza humorística de
sus relatos estriba en su singular habilidad para aplicar la identificación psicológica,
esa pericia que la ética denomina compresión y compasión. Su humor posee
fuerza curativa porque nos reanima y nos desarma con un lenguaje amable que despierta
nuestros sentimientos nobles gracias a su ingenio mediante el empleo de la
paradoja, de la hipérbole, de la metáfora y, sobre todo, de la fina, amable y
aguda ironía. Debido a su arte para administrar este mecanismo de supervivencia,
Yayo consigue que sus bromas amables y respetuosas sean unos regalos que nos
liberan a los lectores de la carga de la monotonía de la vida cotidiana y de
las tensiones de las relaciones interpersonales.
Esta obra, que nos cuenta la eficacia
terapéutica de los sueños, los riesgos de las repeticiones de los hábitos
convencionales, la fascinación ante hallazgos imprevistos, es, a mi juicio, una
inteligente invitación para que exploremos el sentido de nuestras propias vidas
e identifiquemos el fondo de nuestras contradicciones. En contra de lo que a
primera vista nos puede parecer, estos relatos nos ayudan a pensar y a sentir
la vida, a vivirla con sencillez, con naturalidad y con autenticidad, o,
simplemente, para comportarnos como seres humanos.
Su humor que no es resignado sino
rebelde, y su palabra paradójica, tras asumir la realidad, pueden ayudarnos a descansar,
a divertirnos y a pensar en las cosas sin importancias que son las que
verdaderamente nos importan. La
mirada aguda, la penetración psicológica, la riqueza léxica, la capacidad de
observación y, por supuesto, la ironía les sirve a Yayo para identificar las
contradicciones en las que diariamente caemos las personas normales como tú y como
yo, estimado lector. En mi opinión, estos relatos encierran lecciones
importantes para la vida y orientaciones prácticas para la escritura literaria.
Esta obra nos interesa y nos divierte porque está dirigida a nosotros y nos
cuenta cómo somos nosotros, porque, además de provocarnos la sonrisa, nos
descubre algunos secretos de nuestras propias vidas.
José
Antonio Hernández Guerrero
Catedrático
de Teoría de la Literatura
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