viernes, 13 de septiembre de 2024

RAICES DE MI TIERRA

 

Raíces de mi tierra                                                                        

 

En estos versos me entrego,                                                                                              (1)

que tengo el alma encendida  

por lo que fue mi partida

pidiéndole a Dios sin ego,

me concediera una vida

saliendo de éste agujero

guiado con la luz divina

para encontrar buen lucero.

*

Fueron las sombras y vientos

las que me fueron siguiendo

en los primeros momentos

donde yo estuve sufriendo,

hasta llegar esos soles

y rayos del firmamento

para alumbrar mí camino

y mantenerme contento.

*

Que siendo buen marinero,

conocedor de los mares,

de las estrellas y vientos,

jamás le tuve ese miedo

al llegar los temporales.

Con proa siempre a las olas

sin temer a tempestades,

navegando lentamente

entre grandes oleajes.

*

Con tempestad o con calma                                                                                 (2)

y con vientos favorable,

viendo tan solo agua y cielo

al señor daba las gracias

siempre con humildes ruegos,

que siendo la mar tan grande

y mi barco tan pequeño,

siempre me mantuvo a flote

en el mejor de los sueños.

*

Sueños eran mis anhelos

cuando partí de tu vera

una alegre primavera

para tenerte tan lejos,

sin que el corazón pudiera

abrazar mi desconsuelo,

aunque fuera una quimera

verme cerca de tu suelo.

*

Llorando quise morir

pensando verte tan lejos,

pudiendo yo resistir

ese tan grande tormento,

que tanto hacía sufrir

en los peores momentos

de angustias lejos de ti,

muy llenos de sufrimientos.

*

Llorando estoy de alegría                                                                                                             (3)

por tenerte tierra mía

la que me diste tu suelo,

cuando me parió mi madre

muy cerca de un arroyuelo

mezclándose las dos aguas,

la de la tierra y el cielo

debajo de sus enaguas.

*

Con su trabajo mi padre      

cosiendo redes del mar       

mantenía a su familia            

con su mísero jornal               

y la pequeña Dolores                 

haciendo mil filigrana                

para darnos de comer,                

garbanzos sabiendo a miel.      

*

¿Me pueden decir ustedes

si leyeran estos versos,

cómo se puede entender

diez personas a la vez

debajo del mismo techo,

le saquen un buen provecho

sin haber jamón ni queso,

solo un potaje bien hecho?

*

Pues yo se lo contaré                                                                                                 (4)

con los máximos honores,

porque fueron mis mayores

los mejores gladiadores

de este circo que es la tierra,

y lucharon con sus fuerzas

sus manos más espartanas,

haciendo de sus labores

de la familia una forja

de honrados trabajadores.

*

Siempre la cabeza alzada

con la mirada hacia el frente,

como se mira a la gente

sin agachar la quijada;

de buena fuente aprendimos

a luchar contra corriente,

haciendo entre todos frente

a todo cuanto nos vino,

sin quebrar por un instante

la enseñanza que tuvimos.

*

Hoy los quiero recordar,

pues los llevo en mi memoria

con sus almas en la gloria,

y sus cuerpos bajo el suelo

reposando su victoria

tan llenita de desvelos.

*

A ti, mi tierra querida,                                                                                                           (5)

centinela permanente

de los que llegan sin vida,

tenedlos siempre presente

para que ya no se ausenten

de su tierra más querida;

grabados están sus nombres

por los restos de la vida.

*

Bajo una loza  muy fría

yacen inertes sus cuerpos

cansados y padecidos

de la vida que han vivido

de luchas y sufrimientos.

Ya no sienten ni padecen,

han descansado sus cuerpos,

bien lo tienen merecido

aunque estén entre los muertos.

 

 

José Ares Mateos (Menesteo)

 

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