Explicar y aplicar la Filosofía a los problemas de hoy y de aquí.
David Pastor Vico
Era
de los idiotas
Educar
en la confianza para crecer en sana convivencia
Barcelona, Ariel, 2024
La
lectura de esta obra, a pesar de su claridad, de su actualidad y de su humor o,
quizás, por estos mismos rasgos, me ha producido una impresión parecida a las
sensaciones, sentimientos y sorpresas que, posiblemente, experimentarían los
que escuchaban a los grandes filósofos de la Grecia Clásica. Y es que estoy
convencido de que, aunque en la actualidad, muchos de los libros y de las
clases de filosofías resultan oscuras, abstrusas y abstractas, las conversaciones
de Sócrates, Platón y Aristóteles serían escuchadas con atención y con interés
porque se referían a los asuntos de la vida diaria de los conciudadanos y
porque los explicaban con palabras sencillas que aquellos oyentes entenderían.
Si
asumimos que la Filosofía es el arte de pensar bien para vivir mejor y que,
como su nombre indica, es el “amor al saber”, deberíamos reconocer que su
explicación adquiere sentido cuando nos sirve para plantear y para responder de
manera clara, amena e interesante a las preguntas que surgen en el momento
actual y en nuestras propias circunstancias.
David
Pastor Vico nos demuestra cómo el pensamiento filosófico, cuando se expresa de
manera clara y se refiere a los problemas actuales nos ayuda a trabajar y a
colaborar para resolverlos y que, cuando nos sirve para buscar el origen, para
identificar sus causas, para prever sus consecuencias y para encontrar las
soluciones más adecuadas, abre los ojos de la mente con el fin de que no
caminemos a ciegas por los vericuetos de la vida. En esta obra nos muestra que la
vida humana, en cualquier edad, es compleja, a veces difícil y a veces dura
porque nos exige hacer esfuerzos y trabajar con disciplina para pensar y para delimitar
con exactitud los términos de los problemas que pretendemos resolver. Nos
demuestra que la filosofar es hacer buenas preguntas para encontrar buenas
respuestas.
Nos
habla de manera clara y valiente de la desconfianza hacia los otros, del
individualismo, de la sociedad y de la educación de las nuevas generaciones. En
la primera parte nos plantea las consecuencias de la disminución de los juegos
en la niñez, de la pérdida de confianza de los alumnos o de la necesidad de
aprender a pensar críticamente. Explica cómo “al animal humano, desconfiado y
egoísta, se le puede hacer creer muy fácilmente que él es especial y maravilloso,
o cómo, para dialogar entre iguales, confiar y darnos el lujo de aprender
mutuamente debemos asumir que nuestro interlocutor es un igual a nosotros, o
cómo la falta de confianza es un problema que no se plantea sólo en determinadas
edades o sexos. En mi opinión, esta obra no sólo formula análisis filosóficos
de cuestiones actuales a los lectores no versados en los tecnicismos de los
especialistas, sino que, además, nos muestra cómo es posible explicar y aplicar
la Filosofía a las situaciones y a los problemas de hoy y de aquí, a esos que
continuamente nos plantea la vida de cada día.
José Antonio Hernández Guerrero
Catedrático de Teoría de la Literatura
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