La custodia procesional se concertó en 1614 con el maestro platero sevillano Bartolomé del Castillo, siendo donación del capitán Alonso de Coca, vecino de Alcalá de los Gazules. Es un templete de 75 marcos de plata blanca de peso, adoptando la forma circular, con dos cuerpos desarmables; las ocho columnas pareadas sostienen cúpula y linterna. Mide un metro de altura por veinticuatro centímetros de diámetro en el basamento. Influencias platerescas en las proporciones y profusión de adornos grabados y algún artificio barroco. La linterna cobija una imagen del Salvador de plata dorada. En el interior de la cúpula se aloja esquilón de plata, que tintinea al ponerse la pieza en movimiento. La custodia propiamente dicha es de plata dorada y se compone de pie decorado de forma análoga a los grabados del templete y un cuerpo o sol de rayos dorados y esmaltados con el viril al centro.
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