Rafael Tomás Caldera
De
la lectura y del arte de escribir
Madrid, Rialp, 2021
Reconozco que me ha sorprendido
gratamente este breve libro por la importancia y por la utilidad de sus
oportunas explicaciones para ayudar a los profesionales a desarrollar las
tareas informativas, críticas y literarias. Me ha llamado la atención, en
primer lugar, la manera clara de la que el autor aplica las pautas para la
lectura y para la escritura. A pesar de que apoya sus orientaciones
metodológicas en las doctrinas de las poéticas, retóricas y preceptivas
clásicas, la lectura me ha resultado especialmente grata y práctica porque
constituye una muestra ejemplar de la utilidad de sus orientaciones, y una
demostración lúcida del valor de sus oportunos comentarios. Nos demuestra que
no es necesario el uso de los tecnicismos, un lenguaje que puede ser adecuado
para los especialistas pero que es oscuro y a veces incomprensible para los
lectores no profesionales.
De manera breve y exacta, el profesor y
escritor Rafael Tomás Caldera nos orienta para que mejoremos la calidad de
nuestras lecturas, para que, además de entender y de comprender los textos,
situemos sus asuntos en sus contextos, valoremos sus expresiones y ahondemos en
sus mensajes. ¿Cómo? Llevando a cabo tres operaciones sucesivas y
complementarias: el análisis, la síntesis y la crítica, tres tareas
imprescindibles para lograr la “asimilación” -la digestión- consiguiendo que
las sustancias más nutritivas alimenten nuestras vidas.
Importante también, a mi juicio, son
sus propuestas para orientar el aprendizaje y el perfeccionamiento de los
diferentes géneros de la escritura. Partiendo del supuesto de que es una tarea
práctica y compleja, nos anima para que empecemos a practicarla y para que
sigamos creciendo como escritores: “Lo esencial es escribir” pero a condición
de que, de manera inmediata y repetida, corrijamos, enmendemos y mejoremos
nuestros "borradores”.
Valiosas y útiles, por supuesto, son las pautas que nos dicta para que dotemos a nuestros escritos de contenidos importantes, interesantes y provechosos. Sus breves indicaciones sobre las partes, el título, la articulación de los contenidos, sobre la búsqueda de informaciones, sobre la unidad, coherencia y énfasis de los textos, y sobre la sencillez, la claridad y las fuerzas de las palabras constituyen, en mi opinión, una estimulante y amable invitación para que nos decidamos a iniciar esa apasionante aventura de la escritura.
José Antonio Hernández Guerrero
Catedrático de Teoría de la Literatura
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