El
pasado martes, el Dr. José Manuel Ruival, catedrático de Cirugía y profesor
emérito de la Universidad de Cantabria y académico de la misma, vino al Palacio
de Congresos de la ciudad de San Fernando (Cádiz), para contarnos la última
aventura que los médicos del mundo han diseñado: un corazón artificial imitando
al mismo corazón humano que Dios creó en su infinita sabiduría; es decir, la
pieza más perfecta y complicada de nuestro cuerpo, la aspiración más anhelada
de la medicina moderna, que vendría a reemplazar una realidad: cada vez más
pacientes y cada vez menos donantes, aunque España tiene el honor de ser uno de
los países con más donaciones de órganos.
El
corazón artificial es una prótesis que se implantaría en el cuerpo humano para
reemplazar al corazón biológico. No
hablamos de dispositivos externos como los utilizados para proveer las
funciones del corazón y los pulmones del hombre cuando dejan de funcionar. Se
pretende conseguir un corazón total artificial, una maravilla de la ciencia humana que libraría de
la muerte a millones de personas por el maltrato que con frecuencia damos a
este órgano imprescindible. Y, curiosamente, distinto el del hombre al de la
mujer, porque éste está preparado para que, durante el embarazo, pueda producir un litro más de sangre para el
feto. Es más, un corazón de hombre difícilmente soportaría dar a luz sin sufrir
infarto. Su estructura está sincronizada funcionando con una energía similar a
la eléctrica y los médicos luchan para encontrar las vías de su desplazamiento.
Cinco
millones de enfermos al año sufren alteraciones graves en su corazón y unos
300.000 mueren al detectar el organismo un cuerpo extraño. En 1953, se utilizó
una máquina corazón-pulmón durante la primera cirugía de corazón abierto. Esto
disparó el interés científico en grupos de investigación en todo el mundo. Los
primeros diseños de corazones artificiales totales se hicieron en 1937 en Rusia,
donde el Dr. Demichov implantó en perros. Desde entonces no han cesado los
médicos de avanzar en la búsqueda de un corazón artificial total. En 1966,
Michael y Domingo Liotta implantaron en un hospital metodista de Huston (Texas)
reemplazando el corazón de un hombre
moribundo por un corazón mecánico dentro de su pecho. El paciente despertó y se
recuperó sin problemas.
Los
más recientes se han realizado en el 2001, primer transplante de un corazón
artificial completamente autocontenido. En el 2006, el dispositivo AbioCor fue
el primer corazón artificial completamente implantable aprobado bajo los denominados
“dispositivos de uso humanitario.” (Datos recogidos de Wikipedia y de la
conferencia del Dr. José Manuel Ruival en San Fernando). Dios ha puesto
sabiduría en los hombres para que puedan dar soluciones a los problemas
humanos. ¿Pueden frenar las religiones y las ideologías estos intentos de la
Ciencia? Las puertas deben estar abiertas siempre en beneficio de los humanos.
JUAN LEIVA
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