Cómo lograr la “eficacia” informativa y la “eficiencia” comunicativa
David
Pujante
El mundo en la palabra
Retórica como antídoto de necedades
Barcelona,
Ariel, 2024
La palabra, la herramienta más valiosa
y más barata que poseemos los seres humanos, es también a veces la más difícil
de usar. Aunque está al alcance de los hablantes de las diferentes lenguas, no siempre
solemos apreciarla ni aplicarla de manera adecuada y ventajosa. No somos
conscientes de que su uso hábil o torpe retrata nuestra verdadera riqueza o
nuestra pobreza humanas: me refiero a los tesoros de nuestros pensamientos, de
nuestros deseos y de nuestros temores. A veces no advertimos que está en
nuestras manos enriquecer el patrimonio de nuestras palabras aumentando cada
día nuestro vocabulario y mejorando las
habilidades para expresarnos con mayor precisión y desarrollando las destrezas para comunicarnos con mayor eficiencia.
¿Piensan ustedes que, en la actualidad,
gracias a la saturación generada por internet, por la televisión y por los
medios publicitarios, estamos mejor preparados para usar las palabras? En mi opinión
el culto a la banalidad y la facilidad para utilizar máscaras que disfrazan
mentiras oficiales y medias verdades promocionadas por los grupos mediáticos
están pulverizando y arrinconando la información y la explicación de hechos
relevantes e impidiendo la comunicación fluida y eficiente entre los
ciudadanos.
En esta obra, David Pujante rescata los
principios, los criterios y las pautas de la Retórica Clásica enriquecidos con
las actuales propuestas de las Ciencias Humanas, en especial de la Psicología,
Antropología, Sociología y Neurología. Sus propuestas claras y sus oportunas
aplicaciones al mundo actual y a las diferentes profesiones nos proporcionan un
amplio arsenal de instrumentos para orientar las explicaciones de los
profesores de los diferentes niveles de disciplinas académicas y también
recursos prácticos para los profesionales de la información y de la
comunicación.
Opino que sus explicaciones nos
resultan prácticas a todos los que pretendemos hablar y expresar con palabras,
con gestos, con actitudes o con comportamientos nuestras sensaciones, nuestras
emociones o nuestras ideas y, en resumen, exponer nuestra personal manera de
percibir y de vivir la vida y cada uno de los episodios. Sus análisis resultan
útiles –a veces imprescindibles- para aprender a escuchar, a oír los sonidos, a
percibir los gestos, a descifrar los significados y a identificar sus sentidos.
Y, sobre todo, para que el informador y el comunicador estén pendiente –y
“dependientes”- de los destinatarios de sus mensajes tratando de ver sus mundos
desde sus miradas, desde sus problemas y desde sus vidas. Comunicar es comprender
al interlocutor y ponerse en su lugar: es tratar de ver el mundo, la vida, los
episodios y los objetos con su mirada. En esto consiste, efectivamente, preparar
el discurso aplicando los procedimientos adecuados para lograr una “eficacia” informativa
y explicativa clara, y una “eficiencia” comunicativa real. Apoyado en unas
nociones clásicas, en unos criterios actuales y en unos análisis científicos,
esta obra nos proporciona unas herramientas útiles –imprescindibles- para mejorar
nuestras destrezas discursivas, explicativas, persuasivas y, por supuesto,
literarias.
José Antonio Hernández
Guerrero
Catedrático de Teoría
de la Literatura
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