Alcalá
tiene a gala haber destacado la labor de la mujer trabajadora, desde que la ONU
decidió, en 1975, proclamar, el 8 de marzo, como el Día Internacional de los
Derechos de la Mujer y la Paz Internacional. El hecho se venía subrayando ya durante
todo el siglo XX, pero fue en esta fecha cuando adquirió una dimensión mundial
para todas las mujeres del mundo.
Por
aquellos años, yo tuve la oportunidad de hacer un cursillo como profesor de Educación
de Adultos en Alcalá. Estaba coordinado por los profesores de Adultos de la
ciudad y fueron ilustrados con fotos y dibujos de las tareas que los hombres y
mujeres desarrollaban habitualmente en el parque de los Alcornocales y en las
dehesas alcalaínas.
Costó
mucho trabajo llegar hasta aquí. Desde el 28 de febrero de 1909, se celebró la
primera vez en Estados Unidos “El Día de las mujeres socialistas”, tras una
declaración del partido socialista de USA. Al año siguiente, en agosto de 1910,
la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, en Copenhague,
reivindicó la demanda del sufragio universal para todas las mujeres, a
propuesta de la alemana Luise Zietz y aprobándose la propuesta de Clara Zelkin.
Desde
el principio, Alcalá no fue remisa, se sumó al simbolismo de este día,
destacando la fortaleza de la mujer alcalaína y su capacidad para actuar en las
tareas agrícolas, en las del parque de los Alcornocales y, en general, en los
trabajos rurales de todo tipo. Eran, realmente, las mujeres fuertes de que
habla la Biblia.
El
desarrollo que ha tenido este paso fundamental para la promoción de la mujer ha
sido fundamental. En Andalucía, una formidable legión de mujeres han pasado por
las clases de adultos y han conseguido una cultura media importante, para
recuperar el tiempo perdido a que se vieron obligadas, por tener que ayudar a
los hombres en otras tareas agrícolas. Muchas mujeres de estos grupos han
logrado superar incluso la Enseñanza Media y poder optar a otros trabajos más
apropiados.
La
historia de las mujeres ya constaba en la antigüedad clásica, pero está sesgada
en buena medida por los que la escribieron, hombres. En una obra de teatro de
Aristófanes (s. V a.C.). se encuentra ya un referente de la lucha de la mujer
para defender su dignidad. La protagonista, Lisistrata, realiza una huelga
sexual contra los hombres para forzar el fin de la guerra.
Afortunadamente,
han cambiado las cosas, aunque raro es el día que no tengamos que lamentar
alguna muerte de género.
JUAN
LEIVA
1 comentarios:
Don Juan , no se si se refiere a las amas de casas, pues los politicos las tienen olvidadas como trabajadoras.-
Gracias
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