Romera Mayor juvenil, Romera Mayor infantil, Romeras de
Honor, dignísimas autoridades, amigos y amigas de Alcalá y de fuera de ella,
buenas noches a todos.
Mi más sincero agradecimiento a nuestro alcalde, mi amigo
Julio Toscano y a la corporación municipal, por el honor y la responsabilidad
que han depositado en mí y a cuya confianza espero ser capaz de corresponder.
Muchas gracias José Antonio, por tus amables palabras y por
tu presencia aquí esta noche, como alcalaíno que eres y pregonero de esta
fiesta, estoy seguro de que no hay mejor maestro de ceremonias para este acto.
Quiero que mis primeras palabras sean de recuerdo para todos
aquellos familiares y amigos con los que en su día echamos ratos de feria
inolvidables y hoy no están entre nosotros, y mi admiración y apoyo a los que
estando entre nosotros no pueden venir a la feria con sus paisanos porque les
va en ello el pan de sus hijos.
No es fácil para mí pregonar nuestra feria, carezco de muchas
de las cualidades que han tenido mis antecesores, mis conocimientos históricos
son bastante generales y mis dotes literarios y poéticos prácticamente nulos,
por eso espero que mis paisanos sean
benévolos conmigo y perciban este pregón como el de un alcalaíno más que os va a pregonar su
feria, la feria que él ha vivido, y como todo buen alcalaíno pregonamos las
maravillas de nuestro pueblo pisemos la tierra que pisemos, porque soy de los que piensa que allí donde hay un
alcalaíno hay un pregonero de su tierra.
Alcalá de los Gazules, siempre me ha
parecido un nombre bellísimo para un
pueblo, su estampa blanca y escalonada,
la mires desde donde la mires por los cuatro puntos cardinales, no en vano, ha
sido reclamo publicitario de grandes cadenas de distribución y nombre elegido
por una conocida firma de y textil para el hogar a nivel nacional, cuyo
propietario al pasar por nuestro pueblo y contemplar su nombre se quedó
prendado de el. Como también le ocurrió al poeta Federico García Lorca en su
visita a Alcalá en 1924 cuando dice en su poema:
Yo que soy andaluz y requeteandaluz, suspiro por Málaga, por
Córdoba, por Sanlúcar la Mayor, por Algeciras por Cádiz, autentico
y entonado, por ALCALA DE LOS GAZULES, por lo que es íntimamente Andaluz.
Dicen que no hay nada como predicar con el ejemplo y ciertamente, perdonad la falsa modestia,
eso es lo que hago día a día desde mi condición de empresario, las dos empresas
que dirijo han llevado siempre por delante
el nombre de nuestro pueblo, porque siempre he considerado que ser de
Alcalá y llevarlo a gala es una
fortaleza y no una debilidad, porque
confío plenamente en mi tierra y en su gente, porque estoy convencido del
potencial de nuestro pueblo, por eso jamás he querido desligarme de él.
Aún a día de hoy no tengo claro las cualidades que han visto
en mi los que pensaron en que fuese yo el pregonero, pero quizás tenga algo que
ver el estrecho paralelismo que siempre a unido al mundo de la empresa y las
ferias, no en vano cuando la Reina Isabel II, allá por agosto de 1851 concedió
a Alcalá su feria, esta consistía en la reunión de comerciantes, industriales,
agricultores y ganaderos, que utilizaban durante unos días un entorno concreto
del pueblo para llevar a cabo sus transacciones, sus compras, ventas y
cambalaches.
Poco a poco con la aparición del transporte, las
comunicaciones, la telefonía y para que decir las nuevas tecnologías, las
ferias han ido perdiendo ese romanticismo, ese olor a tratante antiguo, a
trueques, a movimientos de ganado por cañadas y veredas, para dar paso a
convertirse en un espacio lúdico y de diversión, en el que por supuesto no deja
de existir el mundo de la empresa, cuando nos acercamos a una barra a pedir una
copa o llevamos a nuestros hijos a montar en las atracciones, sigue existiendo
la transacción, el intercambio, el tu me das y yo te doy, ahora en definitiva
unos vamos a divertirnos y otros a ganar dinero, que también es muy respetable.
Pero tanto unos como otros, no lo olvidéis, los que nos
divertimos y los que trabajan, ayudamos a levantar el país, que bastante falta
le hace.
Llegado a este punto de mi pregón no quiero dejar pasar la oportunidad sin destacar mi reconocimiento y admiración a
todos los tratantes de feria de hoy en día, pero fundamentalmente a los
comerciantes de nuestro pueblo, a esos autónomos silenciosos, que abrís cada
día vuestros negocios, ya sean bares, restaurantes o tiendas de desavíos,
panaderías, kioscos, fruterías a todos los que con vuestra ilusión con vuestro
esfuerzo y a veces poniendo de vuestro dinero, levantáis poco a poco este
pueblo y por supuesto le proporcionáis un futuro a vuestros hijos.
Mi admiración también a todos aquellos que confiamos un día
en nuestro polígono industrial, y poco a poco con mucho esfuerzo y trabajo
estamos consiguiendo que sea un polígono con vida propia, aunque le falte mucho
camino por recorrer, desde los chavales de embutidos el Gazul, Jorge Puerto, a
Aluminios Albel, los hijos de Gonzalo, los Corzos o la venta la Parada, y
muchos más entre todos contribuyen, contribuimos a dar trabajo a muchas
familias y creo que nos merecemos el apoyo y respaldo de nuestras
administraciones, si de esas que estoy seguro que con buena fe, pero con muy
poca vista, se dejaron embaucar por las falacias, las mentiras y el engaño
de los que iban a llegar al nuevo
polígono de la Palmosilla a descubrir las América y finalmente nos enteramos
que solo venían a llevarse el dinero de todos nosotros.
Por eso, hoy me siento en la obligación y con la
oportunidad de pedir a las
administraciones, a todas, en nombre de todos los empresarios, autónomos,
comerciantes y trabajadores de nuestro pueblo, apoyo y confianza en los que
somos de aquí, se que a veces nos dejamos llevar por cantos de sirenas, pero
tenemos que creer en lo nuestro y entre todos haremos que el tan ansiado
desarrollo económico de Alcalá sea una realidad.
Pero en definitiva yo he venido aquí para pregonar nuestra feria y hablaros de ella y para ello he
necesitado trabajar la memoria y no sé porque, cuando intentamos recordar
buenos momentos, muchos de esos recuerdos me transportan a mi infancia, no es
que yo sea de los que piensa que cualquier tiempo pasado fue mejor, pero es así.
Algunos no lo creeréis, pero no fui feriante desde joven.
Como muchos de los aquí presentes sabéis, mi mundo discurría
entre las Cuatro Esquinas y Santo domingo, al menos hasta que 14 o 15 añillos,
no hacíamos otra cosa más que jugar a la pelota hora tras hora, entonces no
existían móviles, ni sms, ni siquiera los whatsapp por extraño que os parezca a
algunos, pero solo nos bastaba un silbido, un grito bajo un balcón para que
todos apareciéramos rápidamente a darle patadas a un balón, no existía el
tiempo, ni los miedos, ni el peligro o al menos nosotros nunca lo percibíamos,
nuestro único temor era la aparición por la cuesta del cine, o por el callejón
de Bigonia, del fura de los municipales, ¡ah eso si que nos hacia temblar!, o
que se nos metiera la pelota en lo de Maria “La Taquillera” y le partiésemos
algo de la tienda, por cierto que la tienda aquella, nunca entendí como se
podían hacer tantas cosas en un lugar tan pequeño, allí se comía, se estudiaba,
se veía la televisión, se dormía y por
supuesto se despachaba a los clientes, vaya con estas palabras mi pequeño homenaje
al trabajo y a la abnegación de
Maria y su esposo Antonio para sacar
adelante a una familia, como lo hicieron ellos.
En aquel mundo apenas había coches más allá de la furgoneta
del Sevillano, algún camión de la plaza de abastos o el LandRover que nos traía
la leche de Pepe Reyes.
Solo se nos fastidiaban los partidos los sábados por la
mañana cuando unos señores desde lo de Curro Reyes hasta el paseo la playa, se
empeñaban en vender calzoncillos, pantalones, camisas, medias y zapatos coreanos,
y todo vociferando, en fin un rollazo que menos mal se terminaba a las tres de
la tarde y vuelta a jugar y el eterno 2
caballos de Paco Gil, mi entrañable profesor de la SAFA, porque sí, también fui un niño de babi azul y
ribetes blancos, y todas las mañanas subía a la plaza alta con la alegría en la
cara, me encantaba, mi clase, mis compañeros e incluso mis profesores, a los
que a veces aprendemos a valorar y apreciar, cuando la vida nos va proporcionando años y algunas canas, pero no es
menos cierto que nunca es tarde para agradecer a mis profesores de la SAFA todo
lo que hicieron por mi y como no a su eterno Director a mi tío Jaime Cordero,
allá donde este.
Fueron mis padres quienes decidieron que hiciera el bachiller
en el Puerto de Santa María y eso nunca me alejó de mis amistades, más aún me
ayudó a hacer otras, de las que hoy me
siento muy orgulloso, tanto es así, que algunos de esos amigos han decidido
acompañarme en este pregón y no sabéis cuanto os lo agradezco.
Mis estudios de bachiller, los estudios superiores y
finalmente lo mejor que he hecho en mi vida, mi familia, hicieron que me alejase un poco de Alcalá pero solo un poco,
llevo a gala a mi pueblo donde quiera que voy, e intentaré transmitirle a mis
hijos todas y cada una de las costumbres alcalaínas, de las buenas costumbres,
porque que seria de nosotros si la gente joven no mantiene nuestras tradiciones,
lo hemos visto esta noche en todas y cada una de las romeras la ilusión en sus
caras, la colaboración de sus familias. Necesitamos muchas de vosotras de las
que hoy estáis ahí para que generaciones venideras sigan disfrutando de
nuestras fiestas y costumbres.
Pero yo os estaba hablando de la feria de mi infancia.
Y es que, la feria de mi infancia está íntimamente ligada a
este parque municipal, atracciones, casetas, bares, todo giraba alrededor de este maravilloso recinto,
escenario de grandes actuaciones, de bailes hasta la madrugada, de risas de
confidencias de amores cautivos y algunos furtivos. Centro neurálgico del disfrute
y diversión de todos los chiquillos de mi época, centro de encuentro, testigo
mudo de nuestros primeros besos, recuerdo a la salida cuando Angelito, tocaba
el silbato apagaba las luces y un revuelo de niñas salían despavoridas por el
exceso de hormonas que desprendían nuestros quince años.
Recuerdo en aquellas ferias:
-Como pasaba por aquí
con trece o catorce añillos, de jugar los maratones de futbito que organizaba
Bartolo en el pabellón, bueno en el poli, que es como le llamábamos antes, y
miraba hacia el escenario pensando lo que pensaran ahora muchos de los
chavalillo de esa edad, que estarán haciendo estos ahí.
-Y recuerdo como luego a la noche se agolpaban los mayores en
la puerta para entrar pagando la tan controvertida entrada y mientras otros
intentaban burlar a los porteros y
saltar por encima de la verja.
-Recuerdo las actuaciones de las primeras figuras de la
canción aquí en este parque, Mari Trini, Jairo, Los Romeros de la Puebla y hasta Massiel, todo los cantantes que estaban
en el palito ese año venían a la feria, en fin es como si ahora nuestro Alcalde
Julio, a Pablo Alborán o a Malú.
Para nosotros la feria no consistía solo en los tres o cuatro días que duraba la fiesta,
era el preámbulo, la llegada de las atracciones, el montaje de los cacharros,
ese ambientillo previo que hacia que no pudiésemos dormir desde días antes
pensando, como encontraríamos el coche de choque que más corriese o como le
íbamos a quitar la escoba a la bruja del tren, o hasta donde nos llegaría el
dinero para montarnos en la noria y los caballitos.
Recuerdo como frente a la plaza de toros colocaban los
caballitos y las cunitas, aquellas cunitas imposibles que empujaba un señor el
mismo las frenaba pisando un pedal por
el rozamiento de las maderas, ríanse hoy de las medidas de seguridad de
aquellos años.
Por entonces la única Caseta era la municipal, esta en la que
hoy nos encontramos y la feria transcurría en
el paseo la playa en sus bares y restaurantes todos con sus terrazas
engalanadas para la ocasión, sillas y mesas plegables, camareros de refuerzo y
como si de afluentes humanos se tratara un reguero de gente inundaba las calles
que desembocaban en nuestra Playa, Río Verde, Santo Domingo, Sánchez Flores,
Las Peñas, todo era una marea humana, de sueños, de risas y diversión.
Luego con el tiempo y la creación de las peñas se fue
ampliando poco a poco la oferta de casetas, por cierto, que sería de nuestra
feria sin las peñas, nuestras dos señoras Peñas la de Amigos del Camino y la Peña
Taurina.
Escenario de tantos y tantos buenos ratos, motores de nuestra
feria satélites alrededor de los cuales discurren el resto de las casetas,
punto de encuentro de todos los alcalaínos, porque atrás quedaron los tiempos
en los que los partidos políticos nos enfrentábamos por tener la mejor caseta o
la que más diversión proporcionara, en definitiva muchas veces por dividir a
los alcalaínos, que ilusos, con lo bonito que es lo de ahora, que no te señales por entrar en tal o en cual
caseta, con lo bonito que es tratarse con todo el mundo y compartir tu caseta y
que compartan contigo la suya.
Por eso yo hoy desde aquí quiero tener un reconocimiento
publico con las directivas de nuestras dos peñas con sus presidentes a la
cabeza José Maria Gómez y con Jaime Guerra, por su esfuerzo y tesón por su
entrega desinteresada, pero también quiero tener un recuerdo a los promotores
de todo esto, a Manuel Caro impulsor la caseta Amigos del Camino , por su
inquietud, siempre la a tenido y a todos lo que le acompañaron en los comienzos
de esta caseta.
Y como no, a mi amigo, José Reyes Candelera, Presidente
fundador de la Peña Taurina, aquí justo al lado en el local de los Barea fue la primera sede de la taurina, Pepe Reyes
el barbero le decía mi padre, porque fue barbero ahora que se le va a hacer tan
merecido homenaje a Juan Caballero y los barberos de nuestro pueblo, pues el
también lo fue, además de arbitro de fútbol, policía municipal, y en los
últimos años de su vida se atrevió incluso con el oficio de reportero, pero
sobre todo era una bellísima persona, un beso
fuerte Pepe.
Cuantos alcalaínos como Manolo y como Pepe necesitamos en
nuestro pueblo, gente que quiera tirar del carro, gente con ilusión,
trabajadores y entregados con su pueblo y sus costumbres, por eso estas
palabras van para la juventud alcalaína de hoy, esto es un SOS, porque os
necesitamos, porque vuestras fiestas necesitan de gente que se involucre en
ellas desde la responsabilidad, pero con iniciativas y sabia nueva, tan necesaria para todo en esta
vida.
Mi etapa como concejal del ayuntamiento también me ayudo a
vivir la feria, pero a vivirla desde otro punto de vista y a constatar que las
cosas no ocurren solas que no salen porque si, que detrás de toda esta
explosión de alegría y disfrute hay trabajo, mucho trabajo, de gente que se
encarga día a día de que no falte nada
en el recinto, de que podamos presumir como lo hacemos de feria y entorno,
personal de limpieza, operarios de mantenimiento, fuerzas de seguridad,
empleados todos ellos de nuestro Ayuntamiento, desde aquí mi agradecimiento por vuestro
trabajo y compromiso.
Y vamos para la feria, hacemos el
cortejo a las Romeras entre eucaliptos, chaparros y pinos, y como si se tratara de una magia, de una
extraña atracción, todos con alegría a disfrutar de estos días entre amigos,
cante, baile y vino.
Y los pequeños con los ojos encendidos y la ilusión en la
cara, viendo y escuchado desde el polideportivo los haces de luces, los sonidos
de los cacharros arrancando su motores, volaores, caballitos, trenecitos,
norias y coches de choques esperando que llegue la marea de la ilusión a
disfrutar de la feria. Porque hay algo más bonito en la vida que ver feliz a un
hijo, cuando no eres padre no se entiende y cuando lo eres no se puede explicar.
Por eso Alcalde en esta feria tenemos que conseguir que esta
maldita crisis no juegue con los sentimientos y las ilusiones de los más
pequeños, que no haya un solo niño que no disfrute un ratito de feria porque
sus padres no pueden traerlos a ella, tenemos que conseguir que esto no ocurra.
Y llegaremos al Monte Ortega
a nuestro coqueto recinto ferial
con el pantano del Barbate saludándonos a lo lejos y el cielo cubierto de
estrellas y rodeado de alcornoques, acebuches y lentiscos, vamos a inaugurar nuestra
feria, pero yo os pediría que intentemos hacer de esta feria una feria
especial, vamos a pedirle a nuestra Madre a La Virgen de los Santos en cuyo
honor son estas fiestas, que esta noche cada una de las bombillas, de los
farolillos que encendamos, encienda también nuestro corazón, que cada
farol sea un trabajo para un alcalaíno
que lo necesita, sea salud para el familiar enfermo, sea solución a los
problemas familiares, a los maltratos en los hogares, que sea cada bombilla el amparo
que todos pedimos a nuestra Virgen en
nuestro día a día. En definitiva que se hagan realidad los mejores de vuestros
deseos.
Y mañana a medio día todos para la feria la hora da igual, cada uno tiene la suya y
todas son buenas, es medio día en la feria, luz, color, calor y sol, es medio
día en la feria y las calores invitan a la primera copita, que mal entra la
primera, nos acordamos de anoche y que difícil es llegar a la penúltima a fuerza
de empalmar el día y la noche.
Es momento de casetas, si pueden ser fresquitas mejor que
mejor, es el momento de reencuentros del ¿a que hora acabaste anoche?, y ¿como
llegaste?, ¡ni me acuerdo!, es la hora
del pescadito, de la tapita de arroz, del Tío Pepe helado o de una cervecita
fresca que se te caigan dos lagrimones.
Es momento de cómo estás que bien te veo, me enteré que te
casaste, bueno a ti te lo han contao…
Empezamos a
calentarnos el pico, y como dice un buen amigo mío ¡!y no es bonito eso….!!.,
las casetas se convierten en nuestros hogares durante más de tres días, o al
menos hasta que el cuerpo o la cartera aguante, que de todo hay en la viña.
Los chavales con sus mejores galas, la mujeres guapísimas,
que sería de una feria sin mujeres, porque los hombres, si no vamos tampoco va
a pasar na, pero ese color de los trajes de faralaes, la gracia del movimiento,
ese pelo enroetao, esos volantes, mantoncillos, abanicos que no falten, esos
peinetas, esos zarcillos, y esas flores coronando sus peinados.
Comienzan la música en vivo, volantes al aire y con ellos el
cante y la alegría, que no falte de na…, casetas de feria, hogares de amistad, fluyen
las conversaciones, reencuentros de viejos amigos, José Mari roneando, otros bailando por sevillanas, todo tiene cabida,
todo hasta el cansancio, ese que va llegando cuando cae la tarde y con ella las primeras camballás, pero no hay
problema aquí no ha pasao na, se da una
vueltecita por el albero toma el fresco, se hace otra pará, ve usted señor
alcalde si tuviéramos toros descansábamos
un ratito, auque aquí nos dividimos en dos grupos los prudentes y los
¡jartibles!, este pregonero se tiene en el segundo grupo, los prudentes se van
a su casa descansan un ratito y bajan luego a las 11 o las 12 de la noche
duchaitos y oliendo a limpio, los ¡jartibles! no paramos, reponemos fuerzas, copa larga y vámonos que nos vamos y
entre cante, baile, sevillanas y rumbas se va
consumiendo la noche y nos vamos
dando cuenta de que se va haciendo tarde y el camino de vuelta es largo,
difícil y tortuoso, nos quedan por
sortear, los perritos calientes, las patatas asás y el chocolate con churros
que hay a quien le queda cuerpo pa eso.
Que mañana será otro día y volveremos de nuevo, como si nada
hubiera pasado, volveremos a llenar casetas y cacharritos de niños y volverán
los prudentes, después los ¡jartibles! los noctámbulos y hasta los del botellón, porque para todos hay sitio en la
feria.
Hablar de la Feria de Alcalá es hablar de la Romería de Nuestra
Sra. María de los Santos, no en vano en honor de ella se hace esta fiesta, es
difícil encontrar un solo alcalaíno que no esté orgulloso de su Virgen y su
Romería, lo llevamos a gala disfrutamos como niños y sabemos combinar religión
y diversión como nadie, pero llegados a este punto os remito a Pepe Sánchez que
será el pregonero de la Romería este año y seguro que lo hace mejor que yo.
Por todo lo narrado y muchísimo más que se me queda en el
tintero, que os puedo decir más para que vengáis a la feria, como pregonar a
Paterna, Benalup y Medina que esta feria
es la mejor.
No hay excusas, la fecha perfecta, los que estáis de
vacaciones, enhorabuena, doble enhorabuena, por las vacaciones y por vuestro
trabajo, es el momento ideal para disfrutar en vuestro pueblo vuestras
amistades y vuestra feria, los chavales apurando sus últimas semanas sin
colegios, y las madres rezando para que lleguen pronto.
Los que vivís del campo tampoco tenéis excusas, si ya está
todo hecho, el lunes será otro día, (bueno esto es para los del campo los que
trabajan conmigo mañana a las 8.30h).
Las labores del campo ya están terminá.
Los trigos ya están segaos, los garbanzos se trillaron, los
girasoles cabeceando porque les llega su hora, los olivos madurando, los
alcornoques pelaos y la corcha esperando ya en le patio a convertirse en tapón
de buen vino, el heno recogido y el ganao en los agostaeros esperando las
primeras lluvias y con ellas la tan ansiada toñá, y la graná, la graná a punto
de reventar.
Todo está consumado, todo será un repicar de campanas que
desde la Plaza Alta anuncie la feria
de Alcalá, que se enteren desde
Fraja hasta Alberite, que el Rocinejo le de la buena nueva al Barbate, que ya
estamos de feria.
Y a disfrutar de ella, jóvenes y mayores, porque a unos y
otros nos corre por las venas la misma
forma de entender esta fiesta, porque la mejor forma de honrarnos a nosotros
mismos, es llenar de alegría, nuestras calles y plazuelas, nuestro recinto
ferial, que el cante nos inunde como un caudal inagotable de arte puro y aromas
a romeros y tomillos.
Porque para mi Alcalá es:
mi razón y mi sentido
mi única primavera
mi Alcalá que siempre espera, al
terminar el camino.
¡Como amante prometido,
aquí me encuentro entregado
como un potro desbocado
lleno de amor y alegría
a tu plantas vida mía
de mi pueblo enamorado…..!
Viva Alcalá y viva su feria.
Muchas gracias.
Pedro Benítez Ortega.
Alcalá de los Gazules, 22 de Agosto de 2013