viernes, 24 de junio de 2016

GRAN VELADA DE BLANCAZUL - ALCALÁ DE LOS GAZULES

Estimado amigo:

Desde "Jóvenes de Blancazul" se está poniendo en marcha, como en años anteriores, el Torneo mixto Blancazul 4x4 y la Gran Velada de Blancazul que se destina a un fin benéfico.

Para la máxima participación es necesario contar con tu ayuda y la de todas las entidades y comercios posibles que sean solidarios y por ello, para la organización pedimos la aportación de un pequeño granito de arena, un precio simbólico y significativo de 10 €uros.

Si ves que puedes ayudarnos de otra manera ¡puedes hacerlo! aportando cosas que nos pueda hacer falta en la barra (carne, vasos, platos...)

Si tienes alguna duda puedes llamarnos o mandarnos un whatsapp, o confirmarnos esa ayuda en:

684 22 92 86
634 97 38 40

para solventar alguna duda o ponerte en contacto con nosotros.

¡Gracias de antemano!

Sin más esperamos tu colaboración y tu respuesta solidario.



Jóvenes de Blancazul


martes, 21 de junio de 2016

VERANO ALCALAÍNO A LA VUELTA DEL CAMINO

              

La palabra “verano” viene de dos vocablos latinos: “veranum” “tempus”: “tiempo primaveral”. Es la estación más agradecida del año, no sólo por la alimentación, que se resuelve con agua, pan,  frutas, sandía y melón; sino porque las noches son cortas y los días largos, comprendidas entre la primavera y el otoño. En los trópicos, la temporada es de sequía, que dura unos seis meses. Dice el refrán que “marzo y septiembre” son dos meses hermanos, de despedida: uno se despide del invierno y, el otro del verano”. En Alcalá, septiembre es frutero, alegre y festero. Y, en San Miguel, todos los frutos están como la miel y el vendimiador corta los racimos de dos en dos. Y hay otra razón y es que casi todos, cuando le piden que trabaje, contestan: “Estoy de verano”.

El verano se ha simbolizado frecuentemente por una mujer joven  coronada de espigas sosteniendo una hoz y una gavilla o el cuerno de la abundancia, porque todo el mundo espera de la tierra la generosidad y gracia de todo un año produciendo, y la hoz  afilada para recoger el fruto del ciento por uno.   

Pero el verano pasa en un salto y viene septiembre amenazante: ”Septiembre, o seca las fuentes o arrastra los puentes.” ”Septiembre, el que no tenga ropa que tiemble.” ”Septiembre, el mes más malo que el año tiene.” “Y en septiembre, el enfermo tiemble.” ”Septiembre sereno, ni malo ni bueno.”

Septiembre es el mes en el que todo comienza; todo: la tierra de los campos, las clases de los alumnos, la limpieza de las casas, las fiestas del pueblo, el verano de San Miguel que faltará muy rara vez. La temperatura y las aguas se preparan para romper los terrones del verano. Y la Virgen de los Santos espera con paciencia infinita, para recibir a todos los hijos de Alcalá, los de dentro y los de la diáspora.

Cuando acaba el verano, parece que se nos escapa el entusiasmo, pero no es así, porque sin un buen comienzo, no hay buen final. Agustín Alcázar dice en su recopilación de refranes: ”Por febrero y septiembre, a las seis anochece y a las seis amanece.”
                                                      


 Juan Leiva

jueves, 16 de junio de 2016

RECAMBIOS VALADÉS - ALCALÁ DE LOS GAZULES





           Nació en nuestro pueblo, aunque de ascendientes extremeños. Sus padres llegaron a Alcalá concretamente desde Alburquerque. Era un chicarrón alto, bastante alto. En aquel tiempo se decía de aquellos que tenían una estatura parecida a la suya que eran buenos para “coger brevas”. También que era “más largo que un día sin pan”. Hoy en día hubiese podido llegar a ser un buen jugador de baloncesto. Tenía un don de gentes natural. También pudo haber sido un excelente relaciones públicas de cualquier empresa. Esta cualidad sabría aplicarla en el futuro a la que crearía. Era también innato en él un espíritu emprendedor y atesoraba la valentía de un torero.

           Con estos mimbres comenzó su carrera en el mundo laboral. Bueno, con estos mimbres y con un dinerillo que había conseguido ahorrar se compró un coche a medias con Nicolás. Éste iniciaba también su andadura como mecánico de automóviles en un taller situado frente al Pabellón Polideportivo. Se dedicarían al transporte de personas. Había que intentarlo. Así nacería uno de los primeros taxis de la historia de Alcalá. Para proteger a su automóvil alquilaron un local que les serviría de garaje ahí cerca de Las Peñas, junto a la carretera de travesía. Corría el año 1.947.  Los aparceros, como suele suceder en muchas ocasiones, veían las cosas desde distintos puntos de vista, así que se separaron y cada uno siguió su camino. Hay un refrán popular que puede que tenga mucho de cierto: “A medias, ni con la mujer”. Algo más tarde, nuestro hombre pensó, con buena lógica, que podría ayudarse económicamente poniendo a la venta neumáticos para vehículos. Dicho y hecho. Empezó a almacenar esos neumáticos en pequeñas cantidades en ese mismo garaje para ponerlos a la venta. El posible negocio estaba en marcha. Transcurría el año 1.949. Por aquel entonces empezaba la carrera imparable en la que los coches se iban adueñando de las deficientes carreteras y crecía su número a un ritmo increíble. Al mismo tiempo, la venta de neumáticos también crecía como la espuma. Era una aventura que empezaba con buen pie. Era como reinventar la rueda que estaba ya inventada.

         El joven, que por cierto se llamaba Juan Valadés Sánchez empezó a “hablarle” a Ana Moreno Hormigo, una alcalaína “grande” en el amplio sentido de esta palabra. Sí, y digo “hablarle” porque así era como se nombraba entonces al hecho de iniciar relaciones formales o ennoviar. Era ella una mujer de carácter, trabajadora, buena e inteligente que hacía “juego” con él. Ni más ni menos que la otra mitad de la naranja. Pronto contraerían matrimonio y, fruto del mismo, nacerían Paqui, Pepe, Amparo y Ana.

         Fueron pasando los años y la primitiva tienda fue cambiando su imagen. Iban apareciendo en sus estanterías los nuevos y  variados artículos que el mercado ofrecía: Herramientas y  materiales diversos  para el trabajo agrícola, para el monte, de fontanería, eléctrico, ferretería, electrodomésticos de marcas importantes (de las de antes, que después de treinta años muchos siguen funcionando como el primer día). En fin, un referente en el comercio alcalaíno durante sesenta años. Y todo ello, sin olvidar sus orígenes, su idea primera: la venta de neumáticos, la reparación de los mismos y repuestos del automóvil. También en este apartado, las principales marcas. Así nos lo han recordado, a través de los lustros, la publicidad que a modo de tarjeta de presentación hemos podido observar en la fachada del establecimiento. Ahí estaba el orondo y simpático logotipo de MICHELÍN  que con sus “roscas” corporales o “michelines” nos saluda y que con el tiempo daría nombre a las que aparecen, a veces, en los humanos a quienes sobran algunos kilos. Ahí, a su vera, otro emblema de la época, el afamado símbolo de la rueda de PIRELLI  junto al mecánico con gorra y pulcro mono blanco.

        Al mando de aquel “barco” siempre estuvo nuestro hombre, pero en ocasiones contó con la inestimable colaboración de su familia. En el trabajo siempre supo rodearse de gente muy válida, leal y cercana al público. Así hemos podido conocer durante muchos años trabajando en esta Empresa Familiar a Pepe Blanco Álvarez, Juan José Gómez Monroy,  Juan Luis Muñoz Gómez, los Hermanos Alex Ortega, Sebastián Pérez Gallardo (Chano) y en los últimos tiempos a Santiago Martínez Casas (Santi), todos magníficos profesionales además de grandes personas con reconocidas cualidades humanas. No se olvidarán fácilmente de nuestra memoria las imágenes de Juan José, Chano o Santi arreglando los populares “pinchazos” a coches, motos, bicicletas …  en la puerta del establecimiento. Era un trabajo que hoy se hace de forma más rápida y cómoda pero que antes tenía cierta dificultad y requería preparación y destreza.

       Y como “no solo de pan vive el hombre”, Juan, aparte de entregarse a su trabajo, era una persona que tenía entre sus preferencias la afición al fútbol. También era un buen aficionado a los toros y al dominó (juego éste en el que  por cierto se desenvolvía muy bien). Como cualquier hijo de vecino, a Juan le gustaba el buen comer y el buen beber. No era raro verlo tomando sus copitas del buen vino de la tierra cuando la ocasión lo requería.

         El capitán de aquel viejo “buque” se jubiló y en el año 2.008 se despidió de nosotros poniendo rumbo a algún “puerto” desconocido. Algunos años más tarde, el otro “marinero” de la familia también emprendió la marcha. Desde entonces, Ana, la madre y esposa, otea permanentemente el horizonte con el deseo de que quizás vuelvan algún día o pueda reunirse con ellos.

        El timón lo lleva actualmente su hija Ana que, junto a Paco su esposo, pone toda la ilusión en esta nueva aventura.  Hace algunas semanas “Lo de Valadés” ha sustituido el antiguo y destartalado local de toda la vida por otro más moderno y adecuado en la Avenida de Los Alcornocales, 6.  Apenas unos doscientos metros los separan. En el recuerdo quedarán, frente a la tienda, los eucaliptos de Gómez, el viejo “muladar”, el Huerto de Guadalupe, el cómodo e improvisado aparcamiento (donde algún año estuvo instalada, durante la Feria, la Caseta de la Peña Los Amigos del Camino), el Monte Ortega en la distancia (hoy reconvertido en Recinto Ferial) y tantas otras imágenes que serán difíciles de olvidar.

       RECAMBIOS  VALADÉS ha cambiado de ubicación. No ha sido tanta la distancia entre uno y otro sitio como la añoranza de haberlo conocido ahí desde su fundación y haberle tomado cariño.

      En su nueva andadura y situación le deseamos lo mejor, con la esperanza de que permanezca allí mucho tiempo y siga siendo un referente del comercio de Alcalá y de confianza para los alcalaínos.

                                                                          


Paco Gil García.  Mayo 2.016.                                      

CLAVES DEL BIENESTAR - EL PORVENIR


Los profesionales de la información conocen la avidez con la que los lectores nos preguntamos por el pasado y la ansiedad con la que nos inquieta el futuro. Esta curiosidad es comprensible si tenemos en cuenta que el presente de cada uno de nosotros es el resultado de unas fuerzas irreprimibles que vienen de un pretérito y que nos impulsan hacia un futuro. El nacimiento no ocurre sólo al comienzo de la vida y la muerte tampoco sucede sólo al final de nuestra existencia terrena, sino que son unos episodios que se repiten de una manera diferente y de una forma renovada instante tras instante. Eso es lo que quiere decir "existir": vivir es estar renaciendo y muriendo continuamente.

Pensar en el pasado o en el futuro es vivir de una manera diferente el presente. Es cierto que el pasado despierta interés general y, por eso, la historia y las historias siempre han constituido el objeto de la atención de la mayoría de mortales y del estudio de la minoría de historiadores. Pero también es verdad que, de manera consciente o inconsciente, la curiosidad por el pasado está determinada, en gran medida, por la profunda inquietud que produce el futuro siempre incierto.

Cuando leemos informaciones de ciencia, de filosofía, de historia, de literatura o, simplemente, cuando hojeamos las diferentes secciones de la prensa, en realidad lo que buscamos ansiosamente son pistas que nos orienten en el complicado laberinto del tiempo; las noticias son las claves que nos ayudan a pensar, a imaginar y a intuir la enredada madeja del mañana; son presagios que nos disponen a inventar, a crear, a calcular, a pronosticar y, en definitiva, a controlar el futuro.

Decía Peter Handke que no somos otra cosa que preguntas contundentes y vivas, interrogantes repletos de las dudas inquietantes que provoca la propia existencia. Somos preguntas anhelantes, miradas inquietas y soledad en medio. Por eso la sorpresa, los oráculos, los planes, los programas, los proyectos, los presupuestos y los anuncios de los periódicos alimentan nuestras esperas y nuestras esperanzas. El futuro de la ciencia, de la filosofía, de la técnica, de la sociedad, de la religión, de la literatura, del arte, de la economía, de la política, de la moral o de la medicina son los asuntos que más nos interesan en el momento presente.


La verdad es que estamos en este mundo real y en otros imaginarios: el que recordamos y el que anticipamos, proyectamos e imaginamos, el que no está aquí y el de mañana; estos mundos irreales nos estimulan y confieren sentido, en la doble acepción de la palabra, a muchas de nuestras actividades cotidianas.                                        

José Antonio Hernández Guerrero
Catedrático de Teoría de la Literatura
Universidad de Cádiz

CENTRISMO




http://www.diariodecadiz.es/article/opinion/2305634/internet/centrismo.html#.V18I8XGTtzE.g

jueves, 9 de junio de 2016

CLAVES DEL BIENESTAR - PRETÉRITO PERFECTO

Los mitos del "pasado rosa" o de la "edad de oro" explican la convicción generalizada de que, en una época anterior, los hombres eran felices. Los antropólogos recuerdan cómo el "paraíso terrenal" constituye el punto de partida de múltiples leyendas religiosas que proporcionan cuerpo a profundas convicciones arraigadas en nuestra conciencia individual y en el inconsciente colectivo desde tiempos inmemoriales. En la actualidad es frecuente que, refiriéndonos a la economía, por ejemplo, recordemos con añoranza el bienestar del pasado. ¡Qué tiempos aquellos -afirman algunos- en los que una opípara comida costaba cinco pesetas y un par de zapatos, diez pesetas! Cuando oímos hablar de estos precios creemos que estamos soñando, sobre todo, si inconscientemente hacemos los cálculos a partir de los ingresos actuales.

Esta inofensiva evasión al pasado es un lugar común en los textos literarios pobres y en los discursos políticos demagógicos. A veces constituye el objeto de comentarios radiofónicos y la materia de entrevistas televisivas. Ayer mismo escuché las siguientes palabras: "Si nuestros antepasados pudieran volver a la tierra y compartir una de nuestras comidas, se sentirían completamente decepcionados. Las restricciones, la agitación de la vida moderna y el continuo aumento del coste de los alimentos de primera necesidad han reducido nuestros estómagos y han hecho inasequibles e insoportables las comilonas de nuestros abuelos”.

Aunque comprendo la "añoranza" -la tristeza causada por la imposibilidad de regresar al tiempo vivido- y acepto la "morriña" del terruño, del hogar paterno, de los juegos, de los olores y de los sabores de la niñez, reconozco que, sin tratar de definir el concepto cambiante y subjetivo de "felicidad", las condiciones materiales de la existencia humana, en la mayoría de las clases sociales, han mejorado. "Cualquier tiempo pasado no fue mejor".                              

      

José Antonio Hernández Guerrero
Catedrático de Teoría de la Literatura
Universidad de Cádiz

EL ABURRIMIENTO

                                 
El “aburrimiento”, esa desagradable sensación de desgana, de cansancio y de fastidio que nos producen la escucha o la lectura de algunas explicaciones o, incluso de relatos históricos y de ficción, tiene su origen en la falta de interés de los asuntos o en la escasa destreza de la que adolece el profesor cuando “dicta” una lección o, incluso, en su irritante torpeza lingüística cuando construye el texto escrito. Los profesores a veces olvidamos que un tema no es interesante por sí solo, sino que su atractivo depende, en cierta medida, de la relación que el asunto guarda con las expectativas, con las aspiraciones y con los afanes -inmediatos o lejanos- de los oyentes o de los lectores. El interés, por lo tanto, no es un valor absoluto ni objetivo, sino una cualidad relativa y subjetiva. Un tema es interesante para unos y aburridos para otros e, incluso, explicado por un profesor nos agrada y nos divierte, y, relatado por otro, nos resulta anodino y pesado.

No podemos generalizar afirmando que las distracciones, la apatía y el desinterés de los alumnos tienen su origen en la monotonía de las explicaciones tediosas, pero hemos de reconocer que la originalidad, la variedad, la creatividad, la sorpresa y la agilidad del profesor constituyen rasgos característicos de la buena pedagogía. En mi opinión, la estrategia más eficaz para evitar que una lección sea aburrida es mostrar, de manera clara, las conexiones que tiene el tema que exponemos con las cuestiones vitales que ocupan la mente de los alumnos.   

Aunque es cierto que agradar o divertir al público no pueden ser los objetivos supremos de las clases ni de los libros, también es verdad que, si son aburridos, difícilmente lograrán alcanzar las otras metas que se proponen. Algunas clases resultan tales “rollos” que los alumnos no sólo no aprenden sino que, a veces, pueden llegar a odiar la asignatura. Es posible que estas ideas nos parezcan más claras si tenemos en cuenta que la palabra “aburrir” procede del verbo latino “abhorrere” que significa tener aversión a algo, y que éste deriva de “horrere” que quiere decir “erizarse”, “ponerse los pelos de punta” a consecuencia del malestar corporal que producen las ideas y las palabras desagradables. El aburrimiento -cuya expresión externa es el bostezo- tiene, efectivamente, algo de disgusto, de fastidio, de molestia y de hastío. Los seres humanos, cuando nos aburrimos -como les ocurre a las plantas que se marchitan- nos ponemos mustios y tristes. Pero lo peor es ese aburrimiento de los que se han acostumbrado a vivir, de los que han automatizado las actividades profesionales y familiares de manera mecánica, de los que trabajan, comen, beben y aman por rutina, de los que, anestesiados, carecen de alicientes porque, se levantan por las mañanas sabiendo en qué va a consistir el día o porque no saben dotar a sus actividades de sentido o, de manera más clara, porque no son capaces de interpretar los gestos o las palabras de amor que las cosas y las personas les dirigen.  



José Antonio Hernández Guerrero
Catedrático de Teoría de la Literatura

Universidad de Cádiz


Publicado en el Diario de Cádiz, en la edición del lunes 6 de mayo de 2016.

lunes, 6 de junio de 2016

DE VISITA AL CASTILLO DE ALCALÁ DE LOS GAZULES





















































Tras varios años de intervención, Alcalá de los Gazules recupera uno de sus espacios emblemáticos, la Torre del Homenaje. La empresa encargada de la realización de la obra ha entregado hoy martes el acta de finalización de la misma, siendo esta recepcionada por la diputada provincial Ana Carrera, como vicepresidenta del Instituto de Empleo y Desarrollo Tecnológico (IEDT) de Diputación, y posteriormente entregada al también diputado y alcalde de Alcalá Javier Pizarro.
La actuación llevada a cabo, cuya primera fase se inició en el año 2005, supone, por un lado, la recuperación de uno de los elementos más valiosos del patrimonio histórico de la localidad, y por otro, la puesta en valor de este espacio como reclamo turístico y cultural, posibilitando su uso como sala de visitantes y centro de interpretación del conjunto histórico que representa.
La Torre del Homenaje del Castillo de Alcalá de los Gazules fue construida en época musulmana, entre los siglos XII y XIII, en los aledaños de la actual plaza de San Jorge. Su rehabilitación se ha basado en un estudio a fondo de los restos encontrados de dicho castillo, parcialmente destruido en 1811 durante las guerras contra las tropas de Napoleón.
Coincidiendo con la celebración esta semana de la I Feria de Bosques y Ecosistemas de Cádiz en la localidad alcalaína, por primera vez en la historia y coincidiendo con la entrega de la obra de rehabilitación, se va a abrir al público la Torre del Homenaje, con el desarrollo de unas jornadas de puertas abiertas. Del mismo modo, van a tener lugar una serie de visitas teatralizadas al conjunto histórico.
La rehabilitación se ha desarrollado dentro del proyecto ‘Cádiz, origen de las culturas’, y la inversión necesaria ha sido sufragada en su mayoría con fondos europeos, contando además con la participación del IEDT de Diputación, que también ha aportado la gestión técnica a través del Servicio de Asistencia a Municipios (SAM).
Si quieres conocer a fondo la historia de nuestro castillo, entra en;


El tiempo que hará...