lunes, 20 de diciembre de 2010

EVOCACIONES ALCALAÍNAS


60.- Navidad en el cielo de Alcalá

El cielo de Alcalá siempre fue bello. En primavera, azul, profundamente azul, como el mar; en verano, rojo, ascua candente, como el oro; en otoño, beige, amarillo pajizo, como las hojas del árbol caídas; en invierno, blanco, alba pura, como la luz de la luna; o negro, como un velo de aguas y tormentas. Pero siempre bello, sobre todo en Navidad.

Una noche de Navidad, ya tarde, me asomé al mirador de la Coracha. El cielo era profundo, pero una legión de estrellas de plata temblaban sobre el “Prao”. Algunas se reflejaban sobre el agua dormida del Barbate. A lo lejos se oían los villancicos de siempre: “Pero mira cómo beben los peces en el río”; “La Virgen se está peinando”; “Dime niño de quien eres”.... De pronto, las negras nubes parecían querer ahogar al pueblo, pero la legión de estrellas las espantaron con sus espadas de acero.

Una mañana que venía del Campo de Gibraltar, subí desde la Alameda, por la calle la Amiga, a evocar mis años de la infancia. Por la esquina de San Jorge –la de los vientos del norte-, oí gritar a los niños del Beaterio. Desconcertado, como si se hubiera parado el tiempo, la brisa me heló el corazón, al comprobar que el tiempo había pasado. Pero miré al cielo y vi que era de un celeste blanquecino como los de mi niñez. ¡Cielo navideño de mi Alcalá!.

En aquellos inviernos, con frecuencia nos sorprendían las grandes nubes. Venían de los picos del Aljibe. Las luces del pueblo eran tristes, viejas, desprotegidas de farolas. De vez en cuando, aparecía la luna blanca caminando entre nubes, agua y viento. Del “Prao” subía olor a tierra mojada, y de la sierra, olor a romero. Tras el campanario de San Jorge, aparecía antes de tiempo algún lucero. La Valenciana volvía de Algeciras y se iba camino de Jerez. Y los perros ladraban ¡sabe Dios por qué razón!.

Los domingos de invierno, después de misa, eran tristes. Las flores del corral se llenaban de perlas líquidas que se resistían a caer. No podíamos jugar porque todo estaba húmedo. Las madres sólo querían que nos sentáramos en la “copa”, para jugar al “Parchís” o a la “Oca”. Pero nosotros preferíamos salir a la calle y jugar con el agua que bajaba de la Plaza Alta. Cuando salía el sol, todo se tornaba verde.

El mejor entretenimiento de Navidad era montar el Portal de Belén. Íbamos al campo a coger musgos, aquella hierba que crecía en los lugares sombreados, sobre piedras, troncos, pozos viejos y rincones callejeros. También buscábamos corcho para hacer el portal, y ramas de murtas, lentiscos y romero para representar los prados y los campos. Los ríos se hacían con papel de plata de las tabletas de chocolate. Y las luces, con las bombillas de las linternas y sus pilas de petaca. Las figuras eran de barro y destacaba siempre las del misterio: el Niño, la Virgen, San José, la mula y el buey.

Todo era puro, hasta el frío de los rincones, el calor de la chimenea, la luz de la lámpara de aceite y las rosas cortadas de los rosales del corral. También el cielo, del que dice el Génesis que “es el trono desde donde Dios ejerce su soberanía sobre la tierra”. Y el evangelista Mateo dijo que “entrar en el cielo es encontrar a Dios.” Hay algo de inmortalidad en todas estas tradiciones y por eso volvemos.

JUAN LEIVA

NAVIDAD EN ALCALÁ DE LOS GAZULES

Nuestro amigo Andrés Romero Torres, desea muchísimas felicidades en estas entrañables fiestas de la Navidad a todos los alcalaínos que, según Bartolo Visglerio, están en la diáspora. También para los que de una forma u otra aman y sienten a Alcalá de los Gazules.
El Señor vendrá pronto. Esperemos que se abra un espacio para la fe y para las obras, para escuchar y practicar la palabra de Dios, para volvernos los unos a los otros y cumplir el mandamiento del amor.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

ZAMBOMBÁ EN ALCALÁ DE LOS GAZULES

domingo, 12 de diciembre de 2010

FELICES FIESTAS

Ya sé que aun es pronto, pero después de ver las calles con sus luces y demás, no he podido aguantarme de felicitarte a la antigua, con un villancico como está mandado. A lo mejor te suena ¿no?

JESÚS CUESTA TAMBIÉN RECONOCIDO EN LA CAPITAL

No sólo será Hijo Predilecto de Alcalá sino que en 2010, Jesús  Cuesta también ha sido reconocido Gaditano del Año en el área de la Artes.
Sin lugar a dudas, 2010 va a ser el año de Jesús. Felicidades y un abrazo. Te lo mereces.

 Para leer el texto cómodamente, pulsa sobre cada imagen y aumentará de tamaño.

DOMINGO 3º DEL TIEMPO DE ADVIENTO


Color: Morado o Rosado

Santoral


Lecturas de la liturgia
  • Primera Lectura: Isaías 35,1-6a.10
    "Dios mismo vendrá y nos salvará"

    Esto dice el Señor: «Saltarán de alegría el desierto y la tierra reseca; la llanura se regocijará y florecerá; florecerá como el lirio, se regocijará y dará gritos de alegría. Tiene la gloria del Líbano, el esplendor del Carmelo y del Sarión; ellos verán la gloria del Señor, el esplendor de nuestro Dios. Fortalezcan las manos cansadas, afiancen las rodillas vacilantes, digan a los de corazón apocado: “¡Ánimo!, no teman; miren a su Dios, vengador y justiciero, viene en persona a salvarnos”. Se iluminarán los ojos de los ciegos, los oídos de los sordos se abrirán, saltará como un venado el cojo, la lengua del mudo cantará, y volverán los rescatados por el Señor. Vendrán a Sión con cánticos de júbilo, coronados de perpetua alegría; serán su escolta gozo y dicha, porque pena y aflicción habrán terminado. Palabra de Dios.

  • Salmo Responsorial: 145
    "Ven, Señor, a salvarnos."

    El Señor siempre es fiel a su palabra, y es quien hace justicia al oprimido él proporciona pan a los hambrientos y libera al cautivo.
    R. Ven, Señor, a salvarnos.

    Abre el Señor los ojos de los ciegos y alivia al agobiado. Ama el Señor al hombre justo y toma al forastero a su cuidado.
    R. Ven, Señor, a salvarnos.

    A la viuda y al huérfano sustenta y trastorna los planes del inicuo. Reina el Señor eternamente. Reina tu Dios, oh Sión, reina por siglos.
    R. Ven, Señor, a salvarnos.

  • Segunda Lectura: Santiago 5, 7-10
    "Manténganse firmes, porque el Señor está cerca"

    Hermanos: Sean pacientes hasta la venida del Señor. Vean cómo el campesino aguarda paciente los frutos preciosos de la tierra, mientras espera las lluvias tempraneras y tardías. Así también ustedes: con paciencia mantengan firme el ánimo, porque la venida del Señor está cerca. No murmuren unos de otros para no ser condenados. Miren que el juez está ya a la puerta. Tomen, hermanos, como ejemplo de paciencia y sufrimiento a los profetas, que hablaron en nombre del Señor. Palabra de Dios.

  • Evangelio: Mateo 11, 2-11
    "¿Qué debemos hacer?"
    En aquel tiempo,Juan se encontraba en la cárcel, y habiendo oído hablar de las obras de Cristo, le mandó a preguntar por medio de dos de sus discípulos: «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?» Jesús les respondió: «Vayan a contar a Juan lo que están viendo y oyendo: los ciegos ven y los cojos andan; los leprosos quedan limpios y los sordos oyen; los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia el Evangelio. ¡Dichoso el que no se siente defraudado por mí!» Cuando se fueron los discípulos, Jesús se puso a hablar a la gente acerca de Juan: «¿Qué fueron a ver en el desierto?, ¿una caña sacudida por el viento? Pues, ¿qué fueron a ver? ¿Un hombre lujosamente vestido? Los que visten con lujo habitan en los palacios. ¿A qué fueron, pues? ¿A ver a un profeta? Sí, y les aseguro que más que un profeta. Porque de él está escrito: “Yo envío mi mensajero por delante de ti y te prepare el camino”. Les aseguro que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan el Bautista, aunque el más pequeño en el Reino de los cielos es más grande que él». Palabra del Señor.
He leído que la paciencia es fruto del amor. Adviento, un tiempo privilegiado para la paciencia. Sin embargo, el hombre es con mucha frecuencia impaciente. "La venida del Señor está cerca. Tened paciencia, hermanos", nos dice Santiago en su carta. Creemos que Jesús, el que vino, es también el Señor que ha de venir. Entre una y otra venida se abre un espacio para la fe y para las obras, para escuchar y practicar la palabra de Dios, para volvernos los unos a los otros y cumplir el mandamiento del amor.

viernes, 10 de diciembre de 2010

EVOCACIONES ALCALAÍNAS


59.- Historiadores de Alcalá

En España hay pueblos que aún no tienen su historia. Se podría decir que todavía no han conseguido su DNI. Eso ocurre porque carecen de historiadores, o porque no han tenido los medios suficientes para escribir su historia. Los pueblos de la provincia de Cádiz han tenido la suerte de contar con historiadores y de que la Diputación Prov
incial se haya preocupado de elaborar las señas de identidad de todos los pueblos de la provincia. Por otra parte, los ayuntamientos, desde la etapa democrática, han fomentado el estudio de las localidades, publicando lo que se viene llamando con formidable modestia “Apuntes Históricos y de Nuestro Patrimonio.”

Alcalá ha contado con un nutrido grupo de historiadores desde sus inicios y nos han narrado con todo detalle, a través de los siglos, nuestra historia. Hoy es una gran riqueza cultural, donde podemos acudir para conocer nuestros orígenes y el desarrollo de la ciudad, de sus familias y de sus habitantes. La historia se hace a través de la transmisión oral o a través de documentos escritos. En Alcalá existen las dos maneras de historiar. Es más, últimamente se ha producido una eclosión de investigadores que hace difícil reunir todo lo que se dice y se escribe sobre Alcalá.

Podríamos preguntarnos: “¿Qué es más importante, lo oral o lo escrito?” Sin duda, lo oral porque, antes de las grafías o letras, existió la palabra. Por añadidura, la transmisión oral ha sido más fiel que la escrita. Las tradiciones se han comunicado de padres a hijos con una exactitud escrupulosa que ya quisiéramos tener los escritores. Desgraciadamente, no siempre se le ha dado la importancia que tienen. Pero hay que recordar que los libros sagrados de todas las religiones se nos han entregado por transmisión oral, así como los romances, los cuentos, las narraciones breves, las crónicas históricas y las canciones populares.

Historiadores anteriores al siglo XX.- Según Gabriel Almagro Montes de Oca, en su Introducción a la Monografía de “Alcalá de los Gazules”, fondo Documental de “Sánchez del Arco”, el primer intento de una monografía e historia de los pueblos de la provincia de Cádiz se hace en 1847 por Luis de Igartuburu, a la sazón Secretario de la Diputación Provincial. Se trata más de una obra estadística que histórica. Fue publicada en el Manual de la provincia de Cádiz, Litografía de la Revista Médica, Cádiz, 1847.

Pocos años después, en 1858, Adolfo de Castro realiza la “Historia de Cádiz y su Provincia”, primer manual general de la provincia desde el punto de vista de la historia fáctica y con una importante documentación que será utilizada por muchos historiadores posteriores. Su continua demanda ha obligado a reeditar la obra en numerosas ocasiones, incluso en fechas muy recientes.

En 1873, el gaditano Eduardo Benot accede al Ministerio de Fomento y, aunque sólo lo ocupa durante 16 días, una de sus acciones será la creación del Instituto Geográfico y Estadístico, lo que demuestra la importancia que un científico y pedagogo como Benot daba al conocimiento geográfico. En esta tarea comenzaron a trabajar varios autores a la vez, aunque independientemente unos de otros.

En 1877, el Ingeniero jefe de Montes de la Provincia, Aurelio Díaz, elabora un cuestionario de 36 preguntas (sobre aspectos geográficos, demográficos, estadísticos y urbanísticos, caminos, fuentes, montes, hospitales, iglesias, actividad económica y devenir histórico de los pueblos). Las envía a los ayuntamientos de la Provincia para su cumplimentación.

Consta, además, que el periodista y ensayista gaditano, Ramón León Maínez, amigo y biógrafo de Benot, dimite en 1881 de su cargo de Bibliotecario de la Sociedad Económica Gaditana, para dedicarse a elaborar una obra sobre la provincia de Cádiz, editada por la Sociedad Económica en el siglo XIX. En 1991, la reedita la Caja de Ahorros de Jerez. Pero ni la obra de Aurelio Díaz ni la de Ramón León verían nunca la luz.

En este contexto, surge la Familia Sánchez del Arco, grupo muy relacionado con el periodismo gaditano en el siglo XIX. La figura más importante es Francisco Sánchez del Arco (1816-1860), primer corresponsal de guerra, muerto mientras actúa como cronista en la de Marruecos. Los dos hermanos, Francisco y Manuel, fueron directores del periódico El Nacional, diario progresista (1846-1860). Fue también diputado a Cortes en 1854. Años después, aparecen otros dos hermanos, Domingo y José Sánchez del Arco y Chezo, también periodistas. Un hijo de Domingo, Eloy, y un sobrino, Pelayo, fueron también periodistas. Otro miembro de la familia, Adolfo, hermano de Domingo, es gerente de la Tipografía Gaditana de Rodríguez de Silva, donde se editan sus periódicos. Y José, hijo de Domingo, trabaja como impresor en esta tipografía.

Continúa diciendo Gabriel Almagro que hay que destacar a Domingo Sánchez del Arco, porque fue el autor de una serie de monografías sobre los pueblos de la provincia de Cádiz, la única que alcanzó cierto éxito con la ayuda de su hijo Eloy. Realizó 30 monografías de los 41 pueblos que entonces constituían la provincia, entre ellas la de Alcalá de los Gazules. Y asegura Gabriel Almagro que utilizó como fuente el cuestionario enviado por Aurelio Díaz y contestado por Juan Roa y Ríos, hermano del Arcipreste que se menciona en el nomenclátor alcalaíno.

Historiadores contemporáneos (siglo XX y XXI).- Como son de sobra conocidos por todos, nos limitamos a reseñar sus nombres y dejamos la puerta abierta para resaltar su trayectoria histórica y literaria en otra ocasión. Este elenco se lo debemos a uno de ellos, Jaime Guerra Martínez, director del IES Sainz de Andino. Son los siguientes:

Fernando Toscano de Puelles, Jaime Guerra Martínez, Gabriel Almagro Montes de Oca, Guillermo García Jiménez, Manuel María de Puelles, Jaime Cordero Barroso, Arsenio Jesús Cordero Domínguez, Domingo Ruiz Torres, Ismael Almagro Montes de Oca, Fuensanta Guerrero Marín y Juan Carlos Perales Pizarro.

Siguiendo a Jaime Guerra, hay que reseñar, también, a historiadores no alcalaínos que debemos tener en cuenta. Entre ellos destacan, Marcos Ramos Romero y Ramón Corzo Sánchez.

Otro día reseñaremos a artistas, escritores y creadores de otras facetas artísticas y literarias, como escultores, poetas, narradores, ensayistas y dramaturgos. Es sorprendente, realmente, que en una localidad de 5.000 habitantes abunden tantas personas dedicadas a facetas culturales, no sólo desde el punto de vista cuantitativo, sino también cualitativo.

JUAN LEIVA

miércoles, 8 de diciembre de 2010

II TARDE NAVIDEÑA DE BLANCAZUL - ALCALÁ DE LOS GAZULES


martes, 7 de diciembre de 2010

INMACULADA CONCEPCIÓN


INMACULADA


Yo quisiera tener para cantarte

toda la gracia de la tierra mía,

del mar azul que besa dulcemente

la arena que rebrilla en la bahía.

Del ruiseñor, los armoniosos trinos,

de la fuente, la dulce melodía

y el suave murmullo de la fronda…

¡Todo para cantarte, oh Madre mía!

¡Quién pudiera tener rosada nube

cual tiene el sol, cuando se apaga el día

para tejer corona vaporosa

sobre tu frente Inmaculada y Pía!

Tener de los jardines el perfume,

de los niños que juegan, la alegría,

de las fragantes rosas los colores

y el fulgor de la estrella con que brilla.

Todo es poco señora, para amarte,

todo parece poco al alma mía,

quisiera bendecirte y adorarte

con todo lo que tiene luz y vida.

Con el encaje blanco de las olas

que mueren silenciosas en la orilla,

con el ronco tañer de la campana

que a todos llama en la humilde villa.

Porque para los hombres Dios te puso

en el mar azaroso de la vida,

como faro que brilla en lontananza

sirviéndonos de luz, sostén y guía.

Eres del pecador, seguro asilo,

los jóvenes te invocan a porfía

y al desgraciado, pobre y desvalido

¿quién sino Tú consuelo le daría?

Por eso Madre, con fervor te invoco

en la fiesta solemne de tu día,

que cuando abandonemos este mundo,

a nuestro lado estés ¡Virgen María!


Ana María Salgado de Barroso

Poesía premiada con la flor natural el día 8 de Diciembre.

Esta poesía fue publicada en La Información del Lunes, de Cádiz, el día 10 de Diciembre de 1962.

lunes, 6 de diciembre de 2010

JARDIN BOTÁNICO - ALCALÁ DE LOS GAZULES

Desde el Jardín Botánico "El Aljibe" y como viene siendo habitual nos envian el cartel de la planta del mes. Este mes de Diciembre lo dedican a "Davalia canariensis" (L.) Smith, especie incluída como vulnerable en la Lista Roja de la Flora Vascular de Andalucía.
Recordar que el Jardín Botánico "El Aljibe" abre sus puertas al público de martes a domingos (y lunes festivos) en horario de 10:00 a 14:00 y de 18:00 a 20:00 (mayo-septiembre) y de 16:00 a 18:00 (octubre-abril).
La entrada es gratuita y además cuentan con un servicio de visitas guiadas a grupos que lo soliciten previamente.
El Jardín Botánico "El Aljibe" pertenece a la Red Andaluza de Jardines Botánicos en Espacios Naturales, creada por la Consejería de Medio Ambiente para la conservación, conocimiento y difusión de las plantas que componen el tapiz vegetal de Andalucía. Los jardines botánicos de la Red (10 en total) están dedicados a la conservación de la flora amenazada, rara o endémica del sector biogeográfico que representan, y son una magnífica oportunidad para conocer de manera amena y cómoda, especies que se encuentran muy dispersas y en lugares de difícil acceso en la Naturaleza.
Para más información pueden contactar con ellos a través del teléfono 697 956 959 o en la dirección de e-mail: jbotanico.aljibe.cma@juntadeandalucia.es

martes, 30 de noviembre de 2010

EVOCACIONES ALCALAÍNAS

58.- El Lario

En Alcalá hay dos montes que sirven de protección y defensa a la Ciudad. Uno es “La Coracha,” sobre cuya cúspide se levanta el Castillo y la primitiva población. Su nombre es árabe y designaba el torreón que protegía el agua que se recogía en el aljibe para dar de beber a la ciudad. De eso ya hemos hablado en otra evocación alcalaína. El otro monte es “El Lario”, espléndida y verde colina que refresca y purifica la mirada del visitante que se asoma a “La Coracha” a contemplarlo. La ciudad se acoge entre los brazos de los dos montes y tiene como frontis la majestuosa Sierra del Aljibe.

Al Lario nos íbamos los chavales a jugar al bosque de los laureles, como si su nombre se hubiera desprendido de “Laurus” o arbustos de las “Lauráceas”. He intentado recabar información sobre el topónimo del Lario, pero no he conseguido datos seguros. El nombre es latino y con él designaban los romanos al lago “Como” de los Alpes italianos de origen glaciar. Lo llamaban “Larius Lacus”; es decir, Lago Lario. Al subir al Lario y contemplar la Laguna de la Janda, ¿estarían rememorando los romanos al célebre lago italiano? Sea lo que fuere, hay que acudir a otras pistas más recientes.

Hay una que nos orienta hacia un topónimo onomástico, Nos referimos a un alcalaíno olvidado que, según Fuensanta Guerrero Marín, nació en Alcalá al final del siglo XVI o principios del XVII. Se trata de Luis Alfonso de los Cameros Estrada, nacido en la casa que hacía esquina entre la Plaza Alta y la Calle de la Carrera, donde estuvo el convento de las clarisas, hoy “Escuelas Profesionales de la Sagrada Familia (SAFA). Los datos son de Fernando Toscano en su obra “Las Escuelas Profesionales de la Sagrada Familia en Alcalá de los Gazules.”

Siguiendo a Fernando Toscano, Luis de los Cameros era hijo del alcaide de Alcalá, Ambrosio de los Cameros y su esposa Isabel de Estrada Butrón. En 1622, Luis Alfonso era beneficiado de la iglesia parroquial de San Jorge de Alcalá y capellán de las clarisas; después fue cura párroco de la misma iglesia; de Alcalá pasó a Arcediano de Zamora; chantre en la Capilla Real de Palermo (Italia) y, en 1652, obispo de Patti en Sicilia. De allí pasó a Arzobispo de Valencia, donde sustituyó a San Juan de Ribera, fallecido en dicha ciudad en 1672. Luis Alfonso fundó en Valencia el Hospital de la Misericordia y se mantuvo hasta 1676, momento de su muerte, en cuya catedral fue enterrado.

Los Cameros eran oriundos de la comarca Tierra de Cameros, entre Castilla y León y La Rioja. En el Sur se encuentra la Sierra de Cameros, junto a los Picos de Urbión. En el Norte, el río Iregua separa Camero Viejo (al E) de Camero Nuevo (al O). Paralelo al río Iregua, discurre el río Leza, junto al que se encuentra el poblado Laguna de Cameros. Pues bien, en el siglo XIX, aparece en Málaga un industrial español llamado Martín Larios (1817-1875), nacido en Laguna de Cameros en 1817 y muerto en París en 1875. Martín Larios creó en Málaga fábricas de tejido y de azúcar y canalizó los ríos Guadiaro y Genil.

En 1888, varios de sus descendientes se instalaron en Gibraltar y su Campo, creando en La Línea una gran factoría de corcho que, según el testimonio de Lutgardo López Zaragoza (Guía de Gibraltar y su Campo. La Línea, 1901), era el primer establecimiento de este tipo en España. La fábrica se situaba en el Espigón de San Felipe, formando un gran triángulo y ocupando una superficie de 23.504 metros cuadrados, con viviendas y terrenos de los señores Larios y otros propietarios. Los edificios destinados a la fabricación del corcho ocupaban una superficie de 8.753 metros cuadrados distribuidos en varios grupos. La producción se dividía en tres sectores: fabricación de tapones, que ocupaba la mayor parte de los edificios, con unas 500 personas y una producción de cien millones de tapones; enfardado de corcho en plancha, con unas 100 personas, y una producción clasificada según su grueso y calidad, y la fabricación de serrín, con unos 20 hombres, que se embalaban en fardos prensados hidráulicamente y se exportaban al extranjero para las fábricas de “linoleum”, ya que no existía en España este importante producto.

Fuera de la fábrica, unos 1.000 trabajadores se empleaban en la operación del descorche de los alcornoques de los montes de propios de Cortes, de Gaucín, de Algatocín y de gran parte de los Alcornocales. Los señores de Larios se hicieron dueños de la extensa finca de la Almoraima, la más grande de Europa, que últimamente había pasado a propiedad de Rumasa. Al mismo tiempo, sus productos eran encauzados por la factoría de La Línea y se exportaban en barco desde los puertos de Gibraltar y Puente Mayorga a países de Europa.

No se saben las causas de la desaparición de las factorías de Los Larios en La Línea, pero parece que fueron los frecuentes incendios intencionados, provocados por los mismos trabajadores que integraban la factoría. En 1889, un terrible incendio destruyó más de 10.000 fardos de corcho y tuvieron que acudir a sofocarlo los bomberos de Gibraltar. En 1894, se produce un nuevo siniestro de mayores proporciones que el anterior, ocasionando ocho muertos y seis heridos graves. Cuatro meses más tarde, se produce otro gran fuego al que acuden las autoridades, las fuerzas de la Guardia Civil, las de Orden Público y las de la Policía Municipal.

Los señores de Larios llegaron por los Alcornocales hasta Alcalá, para adquirir la materia prima del corcho para sus fábricas. El nombre del Monte Larios puede ser uno de los testimonios de la presencia de Los Larios en Alcalá en el siglo XIX y principios del XX. Los incendios estaban a la orden del día. Pero la decisión de cerrar las factorías fue decisión definitiva de los Larios, que dejó en la calle a miles de personas.


JUAN LEIVA


jueves, 25 de noviembre de 2010

GUARNICIONERO - ALCALÁ DE LOS GAZULES


Nuestro amigo Juan Pizarro Gómez, en su Taller de Guarnicionería.

La guarnicionería o talabartería es el arte de trabajar diversos artículos de cuero o guarniciones para caballerías. Se considera guarnición a todos los elementos de la espada que sirven para sostenerla o para proteger a la mano o manos que la empuñan, así como a la fabricación o arreglo de sillas de montar de caballería, albardas y aparejos: las monturas para los caballos y las albardas y aparejos (para montar los animales) para asnos y mulos.
Se suelen usar otros materiales además de el cuero como la lona, lanas gordas denominadas estambre con las que se elaboran las guarniciones o dibujos sobre las monturas o aparejos e hilos de colores.
La persona que se dedica a la guarnicionería recibe el nombre de guarnicionero o talabartero. En Alcalá de los Gazules hay buenos talabarteros.

CONCIERTO EN ALCALÁ DE LOS GAZULES

El Consorcio para la Conmemoración del II Centenario de la Constitución de 1812, nos invita a los conciertos que la Orquesta Joven del Bicentenario celebrará durante los meses de Noviembre y Diciembre en la provincia de Cádiz.

El próximo lunes 29 de Noviembre a las 19:30 horas el concierto se celebra en Alcalá de los Gazules, en el Centro Cultural Santo Domingo. Se ruega puntualidad antes del inicio del mismo.

Más información en la página:

martes, 16 de noviembre de 2010

GADITANO DEL AÑO 2010

Jesús Cuesta Arana me envía un correo con la siguiente noticia:

El Ateneo Literario Artístico y Científico de Cádiz concede los premios Gaditanos del Año 2010, cuyo jurado ha estado compuesto por Hans Josef Artz, Pedro Payán Sotomayor, José Ramón Pérez Díaz-Alersi, Carolina Camacho Esteban, Luis Gonzalo González, Juan Antonio Macías, José María Esteban, Antonio Ares, Antonio Guisado y Carlos Morillo, actuando como Presidente del Jurado y del Ateneo, Ignacio Moreno Aparicio. Después de largas deliberaciones por la calidad e historial de los propuestos en sus diversas facetas y visto los mayores méritos a criterio del Jurado, éstos son los galardonados con tan importante distinción:

  • Área Artística: D. Jesús Cuesta Arana.
  • Área Literaria: D. Diego Sánchez del Real.
  • Área Científica: D. José Mira Gutiérrez.
  • Área Humanística: D. Vicente Mira Gutiérrez.
  • Área Deportiva: D. Manuel Bueno.
  • Área Carnaval: D. José Luis García Cossío.
  • Área Taurina: Dª Sandra Moscoso.
  • Área Empresarial: Dª Belén González Dorao.
  • Área Derechos Humanos: Asociación Virgen de Valvanuz.
  • Área Flamenco: D. Manuel Gerena.
El acto de entrega a los premiados tendrá lugar en el Salón de Pleno del Ayuntamiento de Cádiz, el próximo viernes día 26 de noviembre a las 20:00 horas.
Para cerrar la ceremonia actuará la magnífica Coral Antares.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

EVOCACIONES ALCALAÍNAS

57.- “LA DIÓCESIS DE ASIDONIA”

Durante el gobierno de Augusto, en la lejana Palestina, tuvo lugar un acontecimiento tan inadvertido, que nadie apenas se dio cuenta de él: el nacimiento de Jesucristo. El Nuevo Testamento narra que, cuando el César quiso saber los súbditos que pagaban tributo en la Palestina, el matrimonio judío de José y María se dirigieron a su lugar de origen. María estaba para dar a luz y allí nació Jesús. Los romanos de aquel tiempo no se enteraron, pero tres sabios de Oriente vieron una estrella e interpretaron que se trataba de un hecho importante. Y unos pastores que guardaban sus rebaños frente a Belén, también acudieron al lugar. Aquel niño fue creciendo y, a los treinta años, recorrió los pueblos de la Palestina predicando su doctrina. Después de su trágica muerte, los apóstoles y algunos discípulos difundieron lo que les habían oído por todo el mundo.

¿Cuándo llegó a nuestra provincia la nueva noticia? Parece que a la provincia de Cádiz llegó la noticia muy pronto, en el siglo I d.C. El patrimonio religioso que poseemos es importante, del período del Paleo-cristiano y del visigodo, referente a la implantación del cristianismo en España. Según Sotomayor y Muro, en su obra Orígenes del cristianismo hispano, por manuscritos del siglo X se nos han conservado la vida y relatos de los llamados “varones apostólicos”: Torcuato, Tesifonte, Indalecio, Segundo, Eufrasio, Cecilio y Hesiquio. Según la tradición, éstos fueron ordenados en Roma por los apóstoles y enviados a Hispania a predicar la buena nueva.

La tradición asegura que en el año 49 del siglo I (d.C), se funda la diócesis de Acci, identificada con la Guadix actual (Granada) y regentada por Torcuato. Tesifonte marcha a Bergi, Indalecio a Urci, Segundo a Abula, Eufrasio a Iliturgi, Cecilio a Iliberri y Hesiquio a Carteia. Todas estas poblaciones se encontraban en la Bética (Andalucía), pues estos datos se deben a un autor mozárabe, que huyó al norte, a principio del siglo VIII, y allí confeccionó esta lista. Carteia está en el sur de la provincia gaditana, en la bahía de Algeciras, junto al estrecho de Gibraltar.

Siguiendo estos datos, el primer obispo de Carteia, diócesis del Sur, sería Hesiquio o Iscio, ciudad situada en el cortijo del Rocadillo entre Gibraltar y Algeciras, a dos leguas y media de aquella ciudad, junto a los ríos Guadarranque y Palmones. Carteia fue ciudad romana, formada por militares romanos casados con mujeres ibéricas. De ahí que sus habitantes fueran reconocidos como libertos por Roma. La primera silla episcopal de Carteia fue ocupada por San Hiscio, que debió extender su labor apostólica hasta Asidonia.

Por tanto, la misma antigüedad habría que dar a la Iglesia de Medina Sidonia, cuyo origen estaría en una villa romana y actual ermita de los Santos Mártires, cerca del Ventorrillo del Carbón. Y, muy cercana a esa fecha, es la de los Santos Nuevos de Alcalá de los Gazules, situada en el Esparragal, donde se alza la Torre Lascutana. San Hiscio predicaría en estas ciudades y dejaría sacerdotes al frente de ellas. Varios siglos después, Asidonia debió ser elevada a diócesis y aparecen sus primeros obispos.

Con documentos fidedignos se puede decir que el primer obispo de Asidonia fue Rufino, que rige la diócesis desde el año 610 al 619. Asistió al II Concilio de Sevilla presidido por San Isidoro. Era el segundo obispo de la Bética por antigüedad de los siete coprovinciales que asistieron. Por ello, su firma figura tras la de Bisimo, obispo de Iliberi (Elvira) y delante de Fulgencio, obispo de Astigi (Écija).

Asimismo, se reconoce como su sucesor al célebre obispo Pimenio, consagrado en el 620. Erigió cuatro basílicas: una, la de los Santos Mártires en Medina; otra, la de la Oliva en Vejer, una tercera, en los términos de Utrera (Sevilla), y la cuarta, en Alcalá de los Gazules. Pimenio asistió al IV Concilio de Toledo, el último presidido por San Ildefonso. Estuvo también presente en el VI Concilio de Toledo en el 638, bajo el rey Chintila. Al VII Concilio no pudo asistir, celebrado en el 646, bajo Chindasvinto. Mandó al presbítero Wilienso, en quien delegó para tal misión.

Pimenio estuvo no menos de treinta y tres años en la diócesis de Asidonia. Su última actuación pública fue en el año 662, la dedicación de la basílica de los Santos Nuevos de Alcalá de los Gazules. En una tumba de esa ermita del Esparragal, se encontró una cruz pectoral y se aventuró que podía pertenecer al obispo Pimenio, que hubiera elegido aquel lugar para su enterramiento. Después de este virtuoso prelado, los historiadores nombran a otros dos obispos, sucesores de Pimenio, Paciano (672) y Fulgencio, que fue monje benedictino.

De todos estos estudios arqueológicos, hay que concluir que el recinto cristiano más importante del período es la ermita de los Santos Mártires de Medina que aún hoy sigue en pie, siendo el edificio más antiguo de Andalucía, con unos orígenes de principios del siglo V. Su favorable topografía, a los pies de la ciudad de Medina, favoreció la custodia de los mártires cristianos asidonenses y pervivió durante la dominación musulmana.

Hace unos días, estuvimos Andrés Morero Camacho y el que suscribe, con nuestras respectivas mujeres, visitando la ermita de los Santos Mártires de Medina, acompañados por el ermitaño Carlos García de Paredes, consagrado en el mes de agosto pasado en la catedral de Cádiz por el actual obispo de la diócesis, don Antonio Ceballos. Afortunadamente, la ermita sigue en pie, junto a una torre romano-visigoda, y conserva claros vestigios del período Paleo-cristiano. Un monumento que merece la pena visitar, pues refleja las raíces más antiguas de nuestro cristianismo.

JUAN LEIVA

domingo, 31 de octubre de 2010

EVOCACIONES ALCALAÍNAS

52.- EL CEMENTERIO

Muchas tardes, al salir de la Escuela, nos íbamos a coger hojas de morera al cementerio para la cría de gusanos de seda. Traíamos un buen manojo y se las íbamos echando cada día para que crecieran y se enfundaran en sus mallas de hilos de seda. Los gusanos la roían con avaricia, abriendo en las tiernas hojas grandes agujeros. A los pocos meses, se encerraban en sus capullos y, más adelante, salían para transformarse en mariposas que ponían ristras de huevecillos. Finalmente, se metamorfoseaban de nuevo en gusanos.

Los criábamos en cajas de cartón que nos daban en la tienda de tejidos de Bartolo Visglerio, cerca de la Alameda. Le abríamos unos boquetes a la tapa de arriba para que no se ahogaran. Era curioso ver a los chavales con sus cajas cambiando gusanos, durante una etapa que duraba varios meses, hasta la producción del capullo. Nos decía don Manuel que la producción de la seda la trajeron a España los moros y de aquí pasó a Francia y a Inglaterra. En primavera comenzaban a enclaustrarse en sus capullos de seda y, en verano, rompían el capullo y aparecían las palomas para poner los huevecillos.

El cementerio de Alcalá está cerca de la altura que hoy ocupa el mirador sobre el “Prao” y el río Barbate. Una cancela de hierro deja ver el interior de los patios donde se sitúan aún los nichos y las tumbas. Siempre estuvo bien cuidado, con un camino de flores que aparentaba un jardín. Pero ahora ha mejorado extraordinariamente, de manera que tanto el camino como el recinto, no se parecen a aquella evocación que rememora.

Una tarde, víspera del Día de Difuntos, se fueron a coger hojas y se detuvieron más tiempo del debido. El camino del cementerio era una auténtica procesionaria de gente que no cesó en todo el día. Se hizo de noche y, desde los árboles, vieron algunas luces sobre las tumbas. A uno se le ocurrió decir que los muertos se levantaban de noche, salían de las tumbas y encendían velas. Cundió el miedo, nos bajamos de los árboles y subimos corriendo el camino de San Vicente hasta la plaza Alta. Bajamos a la Alameda en un suspiro.

Más tarde, cuando oyeron las campanadas de la noche de Difuntos, supieron que mucha gente había ido aquel día a llevar flores y a encender “mariposas” en las tumbas. La mariposa era un vaso de aceite con unas velitas de cartón y un pabilo que duraba muchas horas. La dejaban encendida, en el pretil del nicho o sobre la tumba, hasta que consumían el aceite. En todas las casas había una mariposa para iluminar la capillita de la Virgen de los Santos que visitaba a las familias. También servía para iluminar cuando se iba la luz eléctrica, lo cual sucedía con frecuencia.

Según Jaime Guerra, ahí estuvo situada, frente al postigo que se abría en la muralla y el camino de la izquierda que conduce al cementerio, la antigua parroquia de San Vicente. Se cuenta que, en 1350, se veló en ella el cadáver del rey Alfonso XI el Justiciero (1312-1350), muerto en el sitio de Gibraltar víctima de la epidemia de la peste. Ejerció como parroquia, hasta que en 1520, por bula de Clemente VII, quedó refundida con San Ildefonso y San Jorge. No obstante, parece que siguió abierta hasta 1787, aunque en 1790 se inicia su declive y, a fines del siglo XIX, se sigue mencionando como iglesia. De sus imágenes, ornamentos y demás objetos de culto no hay referencias y sólo existe San Vicente que, en 1919 se sitúa en la iglesia de Santo Domingo y, en 1962, estaba en una hornacina de la iglesia de la Parroquia y, actualmente, tras el altar mayor.

Era costumbre muy antigua, en las villas y ciudades cristianas medievales, que los enterramientos se hicieran en los corrales y huertos que rodeaban las ermitas e iglesias. En cada barrio solía haber una ermita y, en ella, un cementerio para los difuntos del barrio. El primitivo cementerio de Alcalá de los Gazules fue el corral de la parroquia, próximo a San Ildefonso y a San Vicente. Cuando el pueblo fue saliendo de las murallas, se levantaron nuevas ermitas con nuevos cementerios, bajo las ordenanzas del Marqués de Tarifa.

Así se mantuvo hasta que Carlos III, en abril de 1787, prohibió los enterramientos en las iglesias por higiene y salubridad de los recintos. Por estas fechas, el cementerio era el huerto de la ermita de San Antonio Abad (La Victoria Vieja). Pero la epidemia de 1800, la invasión francesa y el deterioro del lugar exigieron un nuevo emplazamiento para el camposanto. El nuevo lugar fue la proximidad de la iglesia de San Vicente. Según el padre Barberá, la capilla, además de lugar de culto, sirvió de panteón para los sacerdotes de la localidad.

El actual cementerio de Alcalá es un recinto digno, perfectamente cuidado y bien atendido. Su situación es excelente, ya que ocupa uno de los lugares más altos de la ciudad y está perfectamente aireado. En muchas ciudades, los tanatorios han sustituido a los camposantos y, para guardar las cenizas, se están erigiendo los modernos columbarios. El columbario era el cementerio de los antiguos romanos, donde un conjunto de pequeños nichos acogían las urnas cinerarias. El columbario o palomar y las palomas eran el símbolo de la paz, donde los difuntos tenían un descanso eterno.

JUAN LEIVA

EVOCACIONES ALCALAÍNAS

56.- “POR LAS VIEJAS CALLES DE ALCALÁ” (IV)

Distrito IV, “La Victoria”.-

Con este IV Distrito, damos por terminado el recorrido por las viejas calles de Alcalá. No obstante, algún día volveremos a pasear por los novísimos barrios de San Antonio y del Lario, en sus últimas prolongaciones. Sánchez del Arco llamó a este distrito “La Victoria”. Nuestros paisanos Gabriel e Ismael Almagro Montes de Oca han hecho un formidable estudio del convento y del templo de la Victoria. Y Jaime Guerra Martínez lo ha documentado minuciosamente con los diferentes trabajos y referencias que a través de su historia se han hecho.

El Distrito de la Victoria está situado al sureste de la Ciudad y recibía el nombre del convento de los Mínimos. Constaba de 7 calles, 3 plazas, 3 barrios y 2 callejones. En realidad, era uno de los cuarteles de mayor densidad de población, porque sus calles eran largas y sus barrios anchos. Por eso constaba de pocas calles. Es la parte más cómoda de la ciudad y de más espacios abiertos. Su centro es indiscutible, la Alameda.

Ahí mismo, cerca del Ayuntamiento, está la iglesia de San Francisco, al que todo el mundo llama “La Victoria”, ya que era el templo del convento de los frailes mínimos o victorios. Esos frailes llegaron a Alcalá en el siglo XVII y parece que la iglesia estaba terminada en 1683. Una de las imágenes más familiares para mí, cuando fui monaguillo de La Victoria, era el Jesús Nazareno, una bella escultura de la Semana Santa alcalaína, hecha por el gran imaginero José Montes de Oca.

La presencia de los frailes victorios en Alcalá y la iglesia de la Victoria se deben al duque de Medinaceli, don Juan de la Cerda y Enríquez de Ribera, que era también duque de Alcalá, de Segorbe, de Cardona y de Lerma, aparte, además, de conde de El Puerto de Santa María. Al morir su padre en 1671, el rey Carlos II le confió la capitanía general del Mar Océano, cuya Armada tenía su sede en El Puerto. Pero en 1679 hubo de dejar El Puerto para ir a Madrid, adonde lo llamó el monarca a fin de que se hiciera cargo del Gobierno, como presidente del Consejo, una vez producida la muerte del hermano bastardo del rey, Juan José de Austria.

Calles y plazas del distrito.-

Vera-Cruz (Plaza Alameda de la).- Como se suele hacer en Andalucía, el nombre se apocopaba por economía del lenguaje y se decía “Alameda de la Cruz”. Tenía una longitud de 65 metros de longitud por 14 metros de ancho; es decir, una explanada de 910 metros cuadrados. A excepción de La Victoria y del Ayuntamiento, no cuenta con edificios destacados, pero las principales calles del centro parten de aquí.

Río Verde (Calle de).- Es la que baja desde la entrada de la calle Real hasta la Playa. Anteriormente constituía la entrada de la ciudad. Ahora lo sigue siendo, pero hay otros accesos por la afluencia de tráfico, que hace que se facilite el acceso principal al corazón de la ciudad. En la calle se sitúa el “Centro de Educación de Adultos”, una de las creaciones culturales más importantes de la democracia. En mis tiempos, la calle acogía la panadería de Agustín Pérez, la fábrica de la Luz y el Cine.

Tizones (Calle).- Transcurre por detrás de la Victoria y del Ayuntamiento actual y, anteriormente, se llamó “Segunda de Río Verde”. El nombre responde a los hermanos Tizones, alcalaínos que lucharon por España en Cuba. Hoy ostenta el nombre de José Tizón. Una bocana con su arco constituye el pasaje que une la Alameda con el Arroyo.

Lerma (Calle).- Se llama actualmente Lepanto y es un tramo que une la calle Real con Río Verde. Lo de Lerma debe responder a uno de los ducados que ostentaban los Medinaceli, junto con los de Alcalá, Segorbe y Cardona. Lerma es un municipio de la provincia y diócesis de Burgos.

Sánchez Flores (Barrio de).- Comprende una serie de casas reconstruidas y reformadas por don Manuel Sánchez Flores. Uno de sus tramos se llama Maura, en memoria del estadista y ministro español del siglo XIX, que no consiguió la autonomía para Cuba. El nombre responde, por tanto, al protagonista de la reconstrucción y reforma de la calle.

La Peñuela (Barrio de la).- Comprende el Callejón de la Herrada, el transversal que sale de éste a la calle del Arroyo, toda la calle del Río Verde y desemboca en la escalerilla que pega al corral del exconvento de la Victoria. El nombre deriva “de peña” o peña pequeña. Varios cortijos de la provincia llevan el nombre de “La Peñuela”.

Arroyo (Calle del).- Comienza en el Barrio de la Peñuela y acaba en la Alameda de la Cruz. El topónimo originario responde a uno de los tantos nombres que la orografía del terreno imponía. Une el Altillo Bajo con la calle José Tizón.

Angostura (Callejón de la).- El nombre ya nos dice la razón de su denominación, es decir, la estrechez de una calle o angostura. Callejones estrechos hay muchos en Alcalá, como corresponde a una población donde vivieron los árabes casi siete siglos.

Altillo (Callejón del).- Es un callejón que sale de la calle de Los Pozos y llega a la calle del Arroyo. Tiene el apellido de “Bajo” para distinguirlo de otro “Altillo Alto” que debió existir en el entorno.

Alameda Vieja (Parque de la).- Es la primitiva Alameda que estuvo en el lugar que ocupaba el edificio del Colegio Juan Armario, al final de la Calle Los Pozos. Es anterior al Parque Galán Caballero.

Legorburo (Plazuela de).- Con este nombre se conoció la zona intermedia entre San Sebastián y la Plaza del Hambre.

San Sebastián (Barrio de).- Es el situado entre la calle Los Pozos y La Veredilla. Es frecuente en los pueblos andaluces encontrar una calle o un barrio dedicado a San Sebastián. Es un santo francés, pero reconocido como abogado contra la epidemia de la peste, tan frecuente en los siglos XVI y XVII.

Los Pozos (Calle de).- La calle de Los Pozos es una de las más emblemáticas de la ciudad. Transcurre desde el Ayuntamiento, en la Pl. de la Cruz, hasta La Telefónica, cerca de la carretera Alcalá-Paterna y Alcalá-Puerto Galis.

Salada (Calle de la).- El nombre lo recibe de la célebre fuente romana que se encuentra hacia la mitad de la calle, siendo la salida principal de los arrieros y agricultores que aprovechaban para dar de beber a las caballerías. Actualmente se le da también el nombre de “Nuestra Señora de los Santos”, pues hacia mediados de la calle, hay una capilla dedicada a la patrona. Esta calzada sale de la Alameda de la Cruz y baja hasta el Prado.

Contrabandista (Calle).- Posiblemente el nombre se deba a la ruta que seguían los contrabandistas desde Gibraltar hasta Jerez. Quedaba casi a las afueras de la ciudad, cerca de las entradas más escondidas y menos frecuentadas. El contrabando estaba tan arraigado en los pueblos serranos que le dedicaban una calle.

Los espacios y calles modernas las trataremos en otra ocasión, para no hacer excesiva esta evocación. Sin duda, existen nuevos topónimos dentro y fuera de la población actual de Alcalá y deben constar en su nomenclátor.

JUAN LEIVA

El tiempo que hará...